(Europa Press) – Al menos 42 periodistas han muerto asesinados en 2020, según un informe de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que estima que más de 2.650 informadores han perdido la vida en las últimas tres décadas, en las que se ha hecho palpable la persecución de las libertades de información y prensa en numerosos países.
En 2020, la FIP ha registrado asesinatos de periodistas y trabajadores de medios de comunicación en quince países, con América Latina y el Caribe como la región más peligrosa para ejercer el periodismo. Solo en México se han registrado 13 mueres, lo que le sitúa en cabeza de esta lista negra por cuarta vez en cinco años.
Pakistán, con cinco víctimas mortales, aparece en segunda posición, por delante de Afganistán, India, Irak y Nigeria, que han sido escenario de tres crímenes cada uno. Filipinas, Somalia y Siria han registrado dos casos, mientras que Camerún, Honduras, Paraguay, Rusia, Yemen y Suecia figuran con uno en este estudio, cuya publicación coincide con el Día de los Derechos Humanos.
La Federación también tiene constancia de 235 periodistas encarcelados en 34 países por causas vinculadas al ejercicio de la profesión, sin tener en cuenta los que están en libertad provisional con cargos. En este ámbito, Europa es la región con más casos (91), la mayoría correspondientes a Turquía (67) y Bielorrusia (11).
TRES DÉCADAS DE ACOSO
Las 42 víctimas de 2020 representan un ligero descenso respecto a las 49 de 2019, pero el secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, ha llamado a no caer en la «complacencia», habida cuenta de que la tendencia a la baja «no puede ocultar el peligro mortal y las amenazas a las que siguen enfrentándose los periodistas por hacer su trabajo».
En este sentido, ha subrayado que el último informe es «un llamamiento urgente para redoblar esfuerzos» y garantizar el ejercicio seguro del periodismo, para lo cual la organización ha recordado que desde la publicación de su primer balance, en 1990, han perdido la vida 2.658 periodistas, lo que equivale a unas dos víctimas por semana.
Más de la mitad de los trabajadores asesinados han perdido la vida en una decena de países y solo en Irak han fallecido 339. En términos de víctimas, a Irak le siguen México (175), Filipinas (159), Pakistán (138), India (116), Rusia (110), Agelia (106), Siria (96), Somalia (93) y Afganistán (93).
«No son solo estadísticas. Son amigos y compañeros que han dedicado sus vidas a su trabajo como periodistas y que han pagado un precio por ello», ha señalado Bellanger, que ha llamado a homenajearlos no solo de palabra, sino mediante la persecución de todos aquellos que atenten contra la vida de los informadores, un instrumento clave en cualquier democracia.