Núremberg, 19 nov (dpa) – La singularidad de la «Bratwurst» (salchicha) de Núremberg, conocida en todo el mundo y la más pequeña de Alemania, puede apreciarse desde hoy en un nuevo museo del casco antiguo de esa ciudad alemana.
En 100 metros cuadrados, se exhiben en imágenes históricas y objetos expuestos los 700 años de historia de este embutido y se informa sobre su fabricación y su receta.
Desde 2003, la «Bratwurst» de Núremberg está especialmente protegida por la Unión Europea e integra una lista de exquisiteces junto al champagne y el jamón de Parma.
Desde entonces, solo puede llamarse así «Nürnberger Bratwurst» (salchicha de Núremberg) una salchicha hecha en Núremberg. Debe tener hasta nueve centímetros de largo y pesar entre 20 y 25 gramos. El consumo alemán de salchichas se mantiene estable en los últimos años en unos 2,7 kilogramos anuales por persona.
El experto Rainer Heimler explicó que es típico de este embutido de carne de cerdo un toque de mejorana, que siempre debe destacarse, no importa qué condimentos se utilicen.
Los visitantes de la muestra solo pueden apreciar la teoría en el museo, ya que no se venden salchichas allí. Para probarlas, deberán acudir a alguno de los locales cercanos.
Tras el Museo de la «Bratwurst» en Mühlhausen, Turingia, este es el segundo museo de Alemania dedicado a una salchicha.