La convivencia entre personas y animales forma parte del día a día de los vecinos de Candás y del resto de parroquias en Carreño. Cada vez son más los hogares que cuentan con perros y otras mascotas, lo que refleja la importancia que tienen para muchas familias. Sin embargo, también implica responsabilidades que los usuarios de Carreño deben asumir para garantizar una convivencia respetuosa, tanto con el entorno como con el resto de la ciudadanía.

Paseos seguros y responsables
Sacar a pasear a las mascotas no es solo un momento de ocio, también es un acto de responsabilidad. Los perros deben ir siempre acompañados, controlados y, en la mayoría de los casos, con correa. Estas medidas no solo evitan problemas con otros animales o personas, sino que también protegen al propio animal de accidentes o fugas.
En zonas de mayor tránsito, como el paseo marítimo de Candás o los parques públicos, es recomendable extremar el cuidado para que los paseos sean seguros y agradables para todos.
Recogida de excrementos: una norma básica
Uno de los aspectos que más preocupan a los vecinos es la recogida de excrementos. Aunque la mayoría de dueños cumplen con esta obligación, todavía se registran situaciones en las que los restos se dejan en la vía pública, lo que genera molestias, problemas de higiene e incluso riesgos para la salud.
Llevar siempre bolsas para recoger los excrementos es una norma básica de civismo y respeto hacia la comunidad. Además, el Ayuntamiento de Carreño dispone de papeleras y contenedores específicos para depositarlos, lo que facilita el cumplimiento de esta tarea.
Espacios de ocio para mascotas
En los últimos años, diferentes concejos asturianos han comenzado a habilitar zonas específicas para perros, donde puedan correr y socializar con mayor libertad. Candás y su entorno podrían seguir reforzando esta línea, creando más espacios seguros y adaptados que mejoren la convivencia y favorezcan el bienestar animal.
Educación y concienciación
El respeto a las normas básicas de convivencia no se limita a las sanciones municipales: se trata de una cuestión de educación y responsabilidad. Enseñar desde pequeños a respetar a los animales y al entorno es clave para fomentar una comunidad más cívica y respetuosa.
Las campañas de concienciación, tanto desde el Ayuntamiento como desde asociaciones vecinales y protectoras de animales, resultan esenciales para recordar que tener una mascota implica obligaciones que repercuten en toda la sociedad.
Una convivencia positiva
Cuidar de las mascotas y respetar las normas de convivencia es la mejor manera de asegurar que Candás y Carreño sigan siendo espacios agradables para todos. Pasear con responsabilidad, recoger los excrementos y apostar por la educación cívica son gestos sencillos que marcan la diferencia en la calidad de vida de vecinos y visitantes.
Porque en definitiva, los animales forman parte de nuestras familias, y su presencia en la vida cotidiana debe ser siempre un motivo de alegría, nunca de conflicto.