Unos 74.000 adultos asturianos sufren diabetes, una enfermedad que ha crecido de manera sostenida en los últimos años y que en 2013 provocó la muerte de 295 personas (119 varones y 176 mujeres). Esta cifra representa el 2,31% de los fallecimientos registrados ese año en el Principado.
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora este sábado, la Consejería de Sanidad pretende concienciar a la población sobre la conveniencia de realizar alguna actividad física con regularidad y seguir una dieta sana y equilibrada para prevenir o retrasar la aparición de esta patología.
«Para combatir la diabetes hay que luchar contra la obesidad y el sedentarismo», asegura el director general de Salud Pública, Antonio Molejón, quien anima a los asturianos a que dediquen al menos 30 minutos a practicar una actividad regular de intensidad moderada cinco días a la semana.
Por su parte, la dieta saludable debe incluir entre tres y cinco raciones diarias de frutas y hortalizas, el consumo regular de legumbres y una cantidad reducida de azúcar y grasas saturadas.
La última Encuesta de Salud de Asturias refleja que la prevalencia de la diabetes declarada ha aumentado en los últimos años en el Principado, al pasar del 5,4% al 7,1% entre 2008 y 2012. En 2012 declararon ser diabéticos el 6,8% de los varones (frente al 6% de la anterior encuesta) y el 7,5% de las mujeres (frente al 4,5% anterior). El 16,6% de los adultos mayores de 64 años es diabético, una cifra que en la encuesta de 2008 se situaba tres puntos por debajo, en el 13,6%.
Existen dos tipos de diabetes: la de tipo 1 y la de tipo 2. La primera de ellas, también llamada insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia, se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
La diabetes de tipo 2, también llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta, se debe a una utilización ineficaz de la insulina. El segundo tipo representa el 90% de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física, por lo que se puede evitar mejorando la alimentación y mediante ejercicio físico.
Unas 600 personas menores de 30 años que padecen diabetes de tipo 1 reciben tratamiento con insulina en Asturias. De ellas, 122 son menores de 15 años, mientras otras 466 tienen entre 15 y 30 años, lo que supone una prevalencia del 3,1 por mil, acorde con la que recoge la encuesta de salud de 2012 en esos tramos de edad.