El controvertido líder afroamericano continúa siendo un símbolo del activismo y la lucha por los derechos civiles.
“Ambos somos considerados enemigos del sistema, la única duda es cuál de nosotros dos será asesinado primero”, aseguró Martin Luther King. Malcolm X fue asesinado primero, en Nueva York el 21 de febrero de 1965, King fue asesinado tres años más tarde. Se cumplen pues 50 años desde el día en que Malcolm X murió a consecuencia de una ráfaga de disparos. “Vivo como un hombre muerto, estoy marcado”, había asegurado poco antes, tras haber sido amenazado en múltiples ocasiones.
Malcolm X fue un hombre muy influyente en la lucha por los derechos de los negros y su figura y pensamiento siguen vigentes para muchos cincuenta años después de su muerte.
Con una vida difícil marcada por el desarraigo, el asesinato de su padre cuando sólo tenía seis años y su paso por numerosas casas de acogida tras el ingreso de su madre en un psiquiátrico, Malcolm no coincidía con la resistencia no violenta predicada por Martin Luther King. “No voy a aconsejarle a nadie que use métodos violentos, pero cuando nos atacan tenemos el derecho de defendernos. Aprendamos a hablar el lenguaje que ellos entienden”, aseguró.
Con 21 años fue condenado a 10 de cárcel por sus relaciones con el hampa en Boston y Nueva York. Al salir de la cárcel cambió su apellido por X y se unió a la Nación del Islam, movimiento a favor de los derechos civiles de los afroamericanos que predicaba la redención negra mediante la conversión al Islam. En 1964 abandonó el movimiento.
Figura polémica, alabada por unos y criticada por otros, Malcolm creía fielmente en el activismo y en la lucha política y pronunció frases y discursos que quedarán para la posteridad. “Si no luchas por algo, morirás por nada”.