El Gobierno de Asturias, en previsión de que en los próximos días se produzcan fenómenos meteorológicos adversos, ya tiene preparado el plan de vialidad invernal de la temporada. El dispositivo, con el que cada año la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial refuerza la seguridad en las carreteras asturianas, comenzó el 1 de noviembre y estará operativo hasta el 30 de abril.
El Principado ha reforzado de cara a este invierno los medios técnicos y humanos del plan, y ha asignado a estas labores a más de 60 trabajadores. También ha aumentado un parque móvil que cuenta, en total, con 44 quitanieves, 7 máquinas fresadoras, un vehículo todoterreno equipado con cuña y un camión-grúa.
El conjunto de actuaciones previstas, que se integran dentro del plan de Protección Civil ante el riesgo de nevadas, se centran en prevenir, evitar y minimizar los efectos que los fenómenos meteorológicos (nieve, hielo, granizo, lluvia, niebla y viento) ocasionan en las carreteras durante la temporada invernal.
Los recursos humanos y materiales están repartidos en nueve zonas de actuación por todo el territorio y especialmente preparados para intervenir en las carreteras que sufren con mayor frecuencia las consecuencias de fenómenos meteorológicos adversos. La red regional suma 374 kilómetros de viales ubicados a altitudes superiores a los 800 metros, de los cuales 175 se sitúan por encima de los mil. Por encima de esta cota se encuentra el puerto de Valdeprado, en Zarréu, que este año formará por primera vez parte del dispositivo, una vez que esta carretera que une Asturias con León ha pasado a formar parte de la red regional.
El nuevo plan prevé facilitar las actuaciones de emergencia cuando los temporales tengan especial incidencia en vías situadas por debajo de los 800 metros. También clasifica los escenarios meteorológicos en tres tipos: temporales de nieve o de hielo sin peligro de aludes o con bajo riesgo, riesgo de aludes tras temporal de nieve y ventiscas, a los que asigna un conjunto de actuaciones singulares.
Al igual que el año pasado, el personal responsable de la conservación y el mantenimiento invernal irá provisto de un sistema de rescate de víctimas de avalancha que se mantendrá operativo durante toda la jornada laboral.
El plan de vialidad invernal también mantendrá el protocolo de actuación ante situaciones de riesgo y/o emergencias meteorológicas como ventiscas, olas de frío, heladas, nevadas y aludes. Estará listo en toda la red y prestará especial atención a cinco carreteras: el acceso a Sotres (AS-264) y los puertos de Tarna (AS-117), San Isidro (AS-112), Ventana (AS-227) y Somiedo (AS-228).
Para evaluar el riesgo de aludes se contará con el apoyo de técnicos especialistas en observación nivometeorológica y de aludes (nivólogos) que se coordinarán con el personal de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial. El funcionamiento se basará en el seguimiento de las alertas que genera la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que los nivólogos verificarán y ampliarán sobre el terreno.
Este protocolo incluye cuatro escenarios diferentes: riesgo bajo (nivel 1), previsión de riesgo en aumento (nivel 2), riesgo alto (nivel 3) y riesgo muy alto (niveles 4 y 5). Cuando se fijen niveles de riesgo superiores al 3, la Dirección General de Infraestructuras Viarias y Portuarias procederá a dar aviso al 112 y se propondrá el cierre de la carretera a la Central Operativa de Tráfico (COTA), que será el órgano que tome la decisión.
Una vez evaluado el riesgo por la COTA, el Principado señalizará el tramo de carretera como abierto, abierto con precaución, abierto con cadenas o cerrado. En caso de cierre, se tomarán las medidas oportunas para restablecer el tráfico lo antes posible en condiciones de seguridad para usuarios y trabajadores.