El candidato de la FSA-PSOE al Congreso, Antonio Trevin, ha mostrado su «gran preocupación», a tenor de las últimas noticias sobre la seguridad ciudadana en Asturias, que, en su opinión «reflejan el caos y el gran desbarajuste existente en el Ministerio de Interior», cuyas repercusiones son «que se está disparando la inseguridad ciudadana», como refleja, asegura, la estadística sobre delitos del primer trimestre de este año.
Para Trevín, «los enfrentamientos, que se están haciendo públicos, entre responsables policiales, con denuncias por supuestas escuchas ilegales contra los máximos dirigentes de la Policía española, evidencian el caos en el que tiene a su departamento el actual ministro».
El candidato socialista denuncia que, «el hecho de que la cúpula de la Policía española esté manga por hombro, perjudica la eficacia del cuerpo y afecta a la confianza del resto de mandos policiales y a la seguridad ciudadana».
«En España, después de haber reducido unos 20.000 efectivos, entre Guardia Civil y Policía (unos 600 en Asturias)», recuerda, «las cifras del primer trimestre de este año evidencian un claro incremento de la delincuencia violenta: aumentan los homicidios y asesinatos más de un 9% y los robos con fuerza en los domicilios, un 8%». Una evolución, alerta, «que en Asturias es aún peor», con un «aumento de delitos que es especialmente preocupante».
Pese a que, según Trevín, en la aplicación del nuevo código penal, «han desaparecido las faltas, quedando la mayoría de las contempladas en 2015 en sanciones administrativas y, por tanto, fuera de esta estadística».
Si en la última década, observa Trevín, Asturias se caracterizaba «por ser una de las más comunidades autónomas más seguras de España», la última estadística sobre delitos demuestra «que estamos perdiendo esa condición». Así, destaca que los robos con fuerza en los domicilios aumentan un 78%, diez veces más que en el resto de España. En el caso de los delitos por tráfico de drogas, «disminuyen un 62,2%, diez veces más que en el resto de España».
«Por desgracia», añade, «dicha disminución no es una buena noticia sino la demostración de que ha descendido notablemente la intensidad de la investigación policial sobre los mismos». Sucede, concluye, «como en las multas de tráfico, que aumentan cuanto mayor es el control y disminuyen cuando el mismo desciende».
Pese a los datos, Trevín sale en defensa de «la profesionalidad y la eficacia de nuestros guardias civiles y policías, que sigue siendo muy alta», aunque admite que, «como cada vez son menos sus efectivos, su labor se resiente».
Finalmente, remarca que los datos sobre seguridad ciudadana «nos dan la razón a los socialistas cuando dijimos que, con la Ley para la Seguridad Ciudadana, el Gobierno de Rajoy no buscaba mejorar la seguridad de la ciudadanía española, razón con la que justificó su aprobación, sino erosionar nuestras libertades».
«Hoy en España y Asturias hay menos seguridad ciudadana que antes de su aplicación, aunque menos derechos para quienes hacen públicas sus protestas o quienes simplemente se paseen con bolsos en los que haya imágenes de gatos y siglas de doble lectura», concluye.