Nueva York, 26 jun (dpa) – ¿Fue Joaquín «El Chapo» Guzmán el líder máximo del cártel de Sinaloa? Esta es la pregunta central del juicio que en septiembre arranca contra el mexicano en Nueva York. Su abogado aseguró hoy ante el juez federal del caso que la fiscalía está guardándose evidencias que lo exculpan de ello.
«Que alguien estuviera por encima o al mismo nivel de Guzmán no significa que no fuera un líder», defendieron por su parte los fiscales ante el juez Brian Cogan, en una nueva vista oral preparatoria en la que compareció el narcotraficante mexicano.
Sentadas en los bancos del público lo saludaron y le sonrieron su mujer, la ex reina de la belleza Emma Coronel, y las dos niñas de seis años que tienen juntos.
A falta de dos meses y medio para el inicio del juicio, la batalla entre el abogado de «El Chapo», Eduardo Balarezo, y la fiscalía gira en torno a la información que la ley estadounidense obliga a los fiscales a entregar a la defensa si puede suponer una exculpación del acusado.
El letrado asegura que la fiscalía tiene en su posesión la declaración de un testigo que dijo que Guzmán no era el líder del cartel de Sinaloa, sino un lugarteniente del mismo.
Se basa en un escrito en el que la fiscalía hace mención a una fuente confidencial que habría explicado que una tercera persona estaba por encima de «El Chapo» en el cártel, considerado el más importante en la historia de México. El abogado quiere la fuente original que dio origen a ello.
«El gobierno tiene información de que no era el líder del cartel de Sinaloa», dijo Balarezo a la prensa tras la audiencia. «¿Cómo lo van a condenar por eso?».
El balón está ahora en el tejado del juez Cogan, que debe decidir si ordena o no a los fiscales que entreguen lo que pide Balarezo. Pidió al letrado que antes de la medianoche le entregara un ex parte (un documento confidencial que solo el magistrado puede ver) con el resumen del planteamiento de su defensa.
«El jurado tiene que escuchar esas pruebas y nosotros tenemos que tener las pruebas para poder investigar y presentarlas», insistió Balarezo. Aseguró que la fiscalía se «burla» del sistema.
Estados Unidos acusa a «El Chapo» de introducir toneladas de droga en el país al frente de lo que el Departamento del Tesoro calificó como un «imperio criminal» de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas. De los 17 cargos contra él, ninguno es un delito de sangre, pero basta que sea considerado culpable en uno para que pueda ser condenado a cadena perpetua.
«Quiero ser muy claro: el señor Guzmán va a juicio. No va a declararse culpable, no va a cooperar con el Gobierno, y es inocente», proclamó hoy su abogado ante la prensa.
La presentación de más pruebas por parte de la fiscalía podría llevar a que la defensa pida un retraso del juicio para poder estudiarlas, según avanzó el letrado en los días previos a la audiencia de hoy. El 5 de septiembre comienza la selección del jurado y el juicio en sí arrancará diez días después.
Lo que sí ha pedido ya la defensa es que el juicio sea trasladado del barrio neoyorquino de Brooklyn al de Manhattan.
Desde que Guzmán fue extraditado desde México, el 19 de enero de 2017, se encuentra en régimen de aislamiento en el Metropolitan Correctional Center, una prisión de máxima seguridad situada en el extremo que el Puente de Brooklyn tiene en la Gran Manzana. La corte federal del Distrito Este está en el otro extremo, en el barrio al otro lado del río que da nombre a la icónica pasarela.
Guzmán, que se escapó de la cárcel en dos ocasiones en México, es trasladado en medio de un gran dispositivo de seguridad de un lado a otro cada vez que hay cita en la corte.
Su abogado asegura que ese traslado le perjudica porque da imagen de culpabilidad y peligrosidad y pidió al juez que el proceso se traslade a la corte federal del Distrito Sur, que tiene dos edificios, situados a menos de 100 metros de la cárcel de Guzmán.
«Nos ahorraríamos este circo. No cambiaría nada: sería el mismo juez, los mismos fiscales y el mismo jurado», manifestó Balarezo. Uno de esos edificios está conectado con la cárcel por un túnel que podría atravesar Guzmán, lo que no dejaría de ser irónico teniendo en cuenta que su última fuga en México fue a través de un pasadizo cavado bajo la ducha de su celda.
El dispositivo de seguridad para el traslado está compuesto por una decena de automóviles -algunos de ellos blindados y con agentes especiales con rifles de asalto-, vigilados desde el cielo por un helicóptero y acompañados por una ambulancia.
El Puente de Brooklyn queda cerrado durante el dispositivo, que se repite dos veces cada uno de los días que el narco es llevado ante el juez Cogan. «Imagínense esto todos los días durante varios meses a partir de septiembre», dijo Balarezo a la prensa, a la que llevó a presenciar la salida del convoy de la corte.
El juez Cogan dejó abierta la puerta a mover el juicio a Manhattan. Aún tiene que estudiarlo, dijo.
Por Sara Barderas (dpa)