Bogotá, 18 abr (dpa) – Walter Patricio Arizala, de 27 años, era hasta hace una década un pequeño comerciante en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, pero su paso por la guerrilla de las FARC lo convirtió en un hombre de guerra y un narcotraficante.
Es poco lo que se sabe de su infancia y adolescencia. Algunos medios apuntan a que Arizala nació en Limones, una localidad de Esmeraldas.
Desde joven se dedicó al comercio y en julio de 2007 fue reclutado para hacer parte de la que fue la guerrilla más grande del continente americano, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Desde entonces dejó atrás Arizala para convertirse en alias «Guacho». Fue entrenado en explosivos y conoció cómo se produce y comercializa la cocaína, un negocio millonario.
Hizo parte de las filas del frente «Daniel Aldana» de las FARC y ascendió de guerrillero raso a mando medio, operando en los alrededores del río Mira, en el noroeste de Ecuador y el suroeste de Colombia.
«Guacho» desconoció los acuerdos de paz que firmaron las FARC con el Gobierno colombiano en 2016 y decidió seguir armado. Las autoridades calculan que unos 250 hombres lo siguieron.
Llamó a este grupo de disidentes «Oliver Sinisterra», en honor a uno de sus compañeros de combate en la ahora disuelta guerrilla.
Al conocer cómo traficar droga, se dedicó de lleno a esta actividad, en especial en el municipio colombiano de Tumaco, en el departamento de Nariño, el que mayor número de cultivos ilegales tiene.
Según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Unodc), Tumaco posee 23.148 hectáreas sembradas con coca, lo que supone el 16 por ciento de los cultivos del país.
«Guacho» saltó a las primeras planas de la prensa hace tres semanas, cuando secuestró a tres periodistas ecuatorianos que se encontraban en la frontera haciendo un informe sobre la escalada de la violencia en esa zona y cómo viven las personas que allí habitan.
Tras dos semanas de cautiverio, «Guacho» ordenó a sus hombres el fusilamiento de los tres trabajadores del diario «El Comercio», según autoridades colombianas y ecuatorianas.
Los gobernantes de ambos países, el ecuatoriano Lenín Moreno y el colombiano Juan Manuel Santos, arremetieron contra «Guacho», enviando más tropas a la frontera.
«Guacho», además de ordenar el asesinato de los periodistas, se ha rehusado a entregar los cuerpos, a pesar de tener como intermediario al Comité Internacional de la Cruz Roja.
Este martes se conoció que «Guacho» secuestró a otros dos ciudadanos ecuatorianos, como represalia a los ataques que ha recibido por las milicias en la zona de frontera.
Por Giuseppe Palacino (dpa)