En la actualidad, el té se consume en todo el mundo, pues sus propiedades, tanto digestivas como terapéuticas, están más que comprobadas. A continuación, se explican algunas de las principales diferencias del consumo de té en bolsitas o a granel:
Falta de tiempo. El té en bolsitas es una respuesta de la industria al ritmo de vida actual. Para disfrutar de una humeante taza de té tan solo se necesita un hervidor de agua para té y añadir una bolsa de una infusión. Así de fácil. Por el contrario, el té a granel precisa un poco más de tiempo para su preparación. Es necesario medir la dosis recomendada, hervir el agua a una temperatura adecuada y dejar reposar la mezcla el tiempo indicado.
Recolección artesanal versus recolección mecanizada. Una de las principales diferencias entre el té de bolsitas y el té a granel se encuentra en la forma del recolectado. El té a granel sigue procesos artesanales para su recolección, mientras que el que se compra en formato bolsitas se recolecta de manera mecanizada, es decir, una máquina corta la planta entera de té y , a continuación, la tritura completamente. De esta manera, es mucho más fácil introducir las hojas en las bolsitas. Al seguir métodos de recolección más artesanales, el té a granel conserva mejor el aroma y sus propiedades, dando lugar a infusiones llenas de sabor y olor. También es verdad que los recolectores reservan sus hojas más grandes y vistosas para la venta de té a granel, dejando las hojas rotas para introducir en bolsitas.
Formatos para gente con poco tiempo. En el mercado se pueden encontrar bolsas de té en formato piramidal. Esto se debe a que se utilizan hojas de té de mejor calidad que conservan mejor todos sus aromas, pero sin igualar la calidad de las hojas de té a granel.
El sabor. La principal diferencia de consumo entre una y otra variedad es la calidad y el sabor. Las hojas de té a granel se encuentran más enteras, de modo que conservan todo su aroma y propiedades organolépticas, dando lugar a infusiones llenas de sabor.