Pero nadie se resiste a colgar en la pared la instantánea de un recién nacido, enviar una felicitación con la imagen del más pequeño de la casa o llevar en la cartera la fotografía de los nietos vestidos con disfraces divertidos. Esto y mucho más es a lo que se dedica un fotógrafo de bebés, una especialidad dentro de la profesión que requiere de unas cualidades un tanto especiales.
Sesiones de bebés recién nacidos
“Hay dos tipos de sesiones de fotos de bebés” – comenta Gala, fotógrafa y responsable de 274km. – “La primera se realiza durante las dos primeras semanas de vida, nada más salir del hospital”. Son las conocidas como sesiones newborn, en las que se utiliza la posición fetal que aún mantiene el recién nacido, así como la facilidad para que se mantenga quieto.
En estas sesiones de fotos se coloca al pequeño en posiciones que nunca volverán a ser posibles. De ahí que los fotógrafos que hacen fotografías newborn recomienden reservar la sesión con antelación, para que todo esté listo en el momento oportuno. Pasados los 15 días de vida, hay un espacio en blanco en el que no es posible realizar una sesión fotográfica. Los padres tienen que conformarse con fotografiar a sus hijos en casa, tratando de lograr que la imagen salga lo mejor posible. La posición fetal se pierde, no hay una movilidad ni estabilidad que permita colocarlo de ninguna manera, así que hay que esperar hasta más o menos los 6 meses de vida para volver a pensar en un reportaje fotográfico.
Reportajes fotográficos de estudio para bebés
Cuando los bebés son capaces de sentarse, aproximadamente hacia la mitad del año de vida, se puede volver a llevar al niño para nuevos reportajes fotográficos. Los gestos y las sonrisas convierten estas en las sesiones de fotos para Navidad perfectas, por lo que los padres que acaban de tener un bebé siempre se deciden por usar una de estas imágenes como portada de las felicitaciones a familiares y amigos. Esos pequeños Santa Claus, renos o elfos nos llenan de ternura, sea que celebremos las fiestas o no.
Aunque la Navidad no es el único tema en el que los niños son los protagonistas de las sesiones fotográficas. Los padres también quieren mostrar lo polifacéticos que pueden ser sus bebés. Por eso, en un estudio fotográfico especializado siempre hay montones de disfraces, fondos y atrezzo diferente, para aprovechar todo el tiempo posible durante la sesión.
Una sesión fotográfica para la que no vale cualquiera
Gala reconoce que las sesiones fotográficas con bebés son las más difíciles de realizar. De hecho, solo quienes se especializan en este tipo de sesiones ofrece resultados dignos de destacar. Hay estudios que hasta prefieren renunciar al trabajo o remitir a algún especialista en lugar de atreverse con un público tan complicado. Los reportajes fotográficos 274km para bebés son el resultado de la experiencia trabajando con niños. Las sesiones se hacen lo más amenas posible, para que los bebés se sientan a gusto y las fotografías, además de ser de calidad, ofrezcan la mejor pose.
Mucho más que una moda
Las sesiones de fotos con bebés son una tendencia desde que la pionera Anne Geddes mostrara sus primeras creaciones, que algunos consideraron una simple moda. El tiempo ha demostrado que la ternura que despiertan las imágenes de niños recién nacidos, vestidos con disfraces tan originales como los de animales o personajes de cuento en escenarios inventados, es algo a lo que nadie se resiste.
No hay padre que no se sienta orgulloso de enseñar la fotografía de su bebé. Pero el tiempo pasa tan deprisa que esa pequeña criatura que apenas podía moverse sale corriendo casi sin darse cuenta. Para tratar de frenar el tiempo, o al menos conservar esos bonitos recuerdos, las sesiones fotográficas de bebés se imponen como la opción ideal.
Además, estas fotografías no están reñidas con las nuevas tecnologías. Se pueden cargar en ordenadores, tablets y smartphones para usarlas como fondo de pantalla, tenerlas en la galería y enseñarlas o enviarlas a través de las aplicaciones de comunicación y muchas más opciones.
El auge de los reportajes de bebés es más que evidente. Solo hay que echar un vistazo a los escaparates de estudios fotográficos especializados o las páginas web de estos para ver que son los que más se muestran como ejemplos de su trabajo. Es evidente que, al igual que los padres, el fotógrafo que hace la sesión también siente orgullo.