Lille (Francia), 26 jun (dpa) – La magia de Mesut Özil está fuera de discusión: basta con ver el video que subió a Instagram el viernes haciendo malabares imposibles durante un entrenamiento. La selección alemana de fútbol, sin embargo, necesita hoy de toda su habilidad dentro de la cancha para superar la férrea defensa eslovaca.
Después de una primera fase en la que tuvo el modesto balance de tres goles en tres partidos, la campeona del mundo deberá afinar la puntería ante una Eslovaquia que viene de mantener en cero la valla ante Inglaterra.
Y Özil, quien fue elegido el jugador del partido en la victoria por 1-0 sobre Irlanda del Norte en el cierre del Grupo C, se presenta como una de las principales cartas que aspira a recuperar el combinado de Joachim Löw en la generación de juego de cara a las rondas de eliminación directa.
El jugador del Arsenal siempre fue uno de los jugadores de mayor potencial del seleccionado, un talento fuera de discusión y también uno de los más seguidos por los aficionados. Basta como ejemplo de su popularidad el león que tiene grabado en el brazo izquierdo, uno de los favoritos de los jóvenes en las casas de tatuajes de Alemania. Sin embargo, Özil también ha sido un futbolista víctima de recurrentes altibajos de rendimiento.
Así se dio también en la Eurocopa de Francia, donde el mediocampista ofensivo tuvo un arranque lento y lejos de su mejor nivel en los dos primeros partidos ante Ucrania (2-0) y Polonia (0-0). Sin embargo, ante Irlanda del Norte brilló con su visión de juego y varios pases de calidad que sus compañeros no supieron aprovechar.
«Estoy feliz con mi actuación y con haber podido generar algunas ocasiones. Sé que puedo mejorar y sé de la calidad que tengo. Espero poder mostrarlo en los próximos partidos», señaló el 76 veces internacional con Alemania.
Clave en la mejora del rendimiento de Özil fue la decisión de Löw de colocar a un delantero centro de referencia como Mario Gomez, así como a Joshua Kimmich por la banda derecha, lo que le permitió a Thomas Müller y al propio jugador del Arsenal moverse con más libertad.
«Özil tuvo jugadores a los que pudo alimentar. Los futbolistas se movieron más y crearon opciones y espacios para sus compañeros», reconoció el entrenador alemán, que ahora deberá definir si vuelve a apostar por Gomez y Kimmich o si coloca al más defensivo Benedikt Höwedes por el costado derecho.
Eslovaquia sin dudas defenderá hoy en Lille con tanta pasión como Irlanda del Norte, aunque también demostró que puede hacerle daño a Alemania, a la que venció 3-1 hace un mes en un amistoso.
En aquel extraño encuentro en Alemania, que se jugó bajo un fuerte temporal, no estuvo sin embargo Özil, a quien Löw le dio descanso junto a otros futbolistas del equipo.
Sea como fuere, Alemania no podrá permitirse repetir esas distracciones hoy y mucho menos si avanza a cuartos de final, donde lo espera un duelo eléctrico ante España o Italia.
Pero Özil confía en que la «Nationalmannschaft» pueda mostrar todo su potencial cuando más lo necesita. «Somos Alemania, somos los campeones del mundo. No importa a quién enfrentes en la Eurocopa, hay que ganarles a todos para levantar el título», afirmó.
Por Klaus Bergmann y John Bagratuni