El presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, ha asegurado este martes que el «gran drama de la corrupción es que los casos no se tratan con la suficiente rapidez para que el conjunto de los ciudadanos perciba que cualquier caso de corrupción lleva aparejado automáticamente una sanción penal o del tipo que corresponda».
Álvarez de Miranda, que ha participado en la Jornada de Trabajo de los Consejos Sociales de universidades españolas que se celebra en Oviedo, en declaraciones a los medios ha hecho una defensa de los gestores públicos asegurando que «la gestión de lo público está llena de bueno profesionales, honestos, honrados y que cumplen su función con escasos medios».
Sobre la lentitud que a veces se le atribuye al trabajo del Tribunal de Cuentas ha señalado que el Tribunal de Cuentas tiene pendientes 120 informes de revisar por parte de la Comisión Mixta Congreso Senado.
«Es cierto e indudable que el Tribunal de Cuentas lleva tiempo reclamando más medios para abordar no el conjunto de sus tareas sino tareas muy específicas porque hay áreas concretas en las que para desarrollar el trabajo hay dificultades», ha destacado el presidente del Tribunal.