El Gobierno de Asturias ha reforzado con cinco nuevos pisos la red de viviendas del programa Prometeo, una iniciativa pionera que apoya a personas con discapacidad psicosocial para que puedan vivir de manera autónoma e integrada en la comunidad. Actualmente, esta red ofrece alojamiento y acompañamiento a 95 personas en 34 casas distribuidas por diferentes concejos.

La consejera de Salud, Concepción Saavedra, participó en la presentación del proyecto, en la que también colaboran el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y la Dirección General de Vivienda.
Nuevas viviendas en tres concejos
Las cinco nuevas casas se reparten de la siguiente manera:
- Dos en Gijón, que amplían la oferta en la ciudad.
- Dos en Parres, concejo que se incorpora por primera vez al programa.
- Una en Valdés, que amplía la red en el occidente.
Además de estos municipios, Prometeo ya cuenta con viviendas en Mieres, Langreo, Avilés y Oviedo.
Cómo funciona el programa
El modelo Prometeo está diseñado en dos fases:
- En la primera, de hasta 18 meses, los participantes comparten vivienda y reciben un apoyo intensivo para mejorar su autonomía y planificar su vida.
- En la segunda, residen de forma más independiente, con apoyos puntuales según sus necesidades.
Los tres pilares del programa son:
- Vivienda con apoyos para adquirir habilidades de vida autónoma.
- Acompañamiento para la integración en la comunidad (barrio, ocio, empleo, formación).
- Trabajo conjunto entre servicios de salud mental, entidades sociales y servicios públicos.
Crecimiento previsto hasta 2026
La previsión es que, en 2026, la red de Prometeo llegue a todas las áreas sanitarias de Asturias. Entre los planes figuran abrir una vivienda en Cangas del Narcea y sumar nuevas casas en Parres y Avilés. Además, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y dentro de la Estrategia Nacional de Salud Mental, se pondrá en marcha un proyecto de captación de viviendas privadas para ampliar el parque disponible.
Reconocimiento internacional
El programa Prometeo nació en 2008 en Gijón, fruto de la colaboración entre los servicios de salud mental, la Fundación Municipal de Servicios Sociales y la Fundación Siloé. Desde entonces, ha permitido a más de 150 personas avanzar hacia una vida independiente.
En 2022 recibió el reconocimiento de buena práctica de la Unión Europea por su aportación a la autonomía y la integración social de personas con discapacidad psicosocial.