(dpa) – Aquellos conductores que recorren largas distancias en un coche eléctrico necesitan una guía de ruta fiable que tenga en cuenta las paradas para cargar. Para ello, antes de partir, solo tienen que introducir el destino en el sistema de navegación y planificar los puntos de recarga. En teoría, nada más fácil.
«En la práctica, esto también funciona, sobre todo si el recorrido transcurre por vías de tráfico principales, por ejemplo, autopistas», afirma Luca Leicht, de la revista alemana especializada en movilidad «Moove». Sin embargo, prosigue, aquellos conductores de coches eléctricos que estén planeando un trayecto más extenso deben prepararse mejor.
Dependiendo del sistema utilizado para planificar la ruta, en algunos puede faltar información sobre los puntos de recarga o el sistema no proporciona datos exactos sobre la autonomía debido a que el consumo se calcula de forma incorrecta. Según Leicht, este es especialmente el caso cuando se recurre a aplicaciones de movilidad como las que ponen a disposición los proveedores de electricidad para la carga de vehículos eléctricos.
«Aunque estas aplicaciones ofrecen al usuario una buena visión general de dónde se encuentran los puntos de recarga del proveedor, estas alcanzan rápidamente sus límites en lo que respecta a la guía de ruta y su precisión», asevera Leicht.
A menudo, añade el experto, las aplicaciones de movilidad no tienen en cuenta las rutas alternativas o la situación actual del tráfico. Además, la mayoría de ellas no registra el consumo real del coche eléctrico.
«Esta es actualmente una de las principales desventajas de las aplicaciones de navegación para los conductores de vehículos eléctricos», afirma Hannes Rügheimer, de la revista especializada alemana «connect». «Hasta ahora, no hay normas uniformes para acceder a los datos necesarios del vehículo, como el nivel de la batería y otros parámetros», añade.
Sin embargo, prosigue, hay aplicaciones que intentan acercarse a estos importantes datos. «Algunas permiten introducir el nivel de carga antes de la salida, la velocidad máxima o típica de conducción y otros valores», explica Rügheimer. En base a estos datos, la aplicación intenta entonces calcular el consumo. La selección de datos que se pueden almacenar varía mucho de una aplicación a otra.
Mientras que algunas solo permiten seleccionar el tipo de vehículo, aplicaciones como «A Better Routeplanner», «ElectricRoutes» o «EV Navigation» tienen en cuenta una amplia gama de ajustes e información, como las condiciones de la carretera, los datos meteorológicos o el peso del vehículo. Las rutas para coches eléctricos también pueden planificarse a través de una aplicación web en el navegador, por ejemplo, en las páginas de «A Better Routeplanner», «EV Navigation» o «GoingElectric».
Sin embargo, los cálculos de las aplicaciones tienen sus limitaciones. «Los sistemas de navegación integrados son mejores en estos casos», informa Leicht, y explica que esto se debe a que estos estiman el estado de carga (SoC) con mucha precisión y, en el caso de algunos vehículos, también tienen en cuenta parámetros como el clima, la temperatura o la topografía. Según Leicht, son pocas las aplicaciones que ofrecen esta estrecha conexión con el vehículo y sus datos.
Leicht aconseja que, dado que los distintos parámetros pueden influir considerablemente en el consumo de energía, siempre se debe tener en cuenta una reserva al calcular las rutas con las aplicaciones de navegación. Sin embargo, advierte que ni siquiera los sistemas de navegación integrados en los coches eléctricos son infalibles, y que la mayoría de ellos no ofrecen una visión completa de todas las estaciones de recarga. De acuerdo con el experto, dependiendo del proveedor de electricidad con el que se trabaje, la selección es limitada.
Por lo tanto, tiene sentido tener al menos dos opciones. «Si se usa el sistema de navegación a bordo, se debería tener una app como respaldo, y viceversa», aconseja Jörg Maltzan, de la revista especializada alemana Auto Bild. Dado que ahora hay muchas aplicaciones de proveedores de electricidad en el mercado, Maltzan también recomienda probar varias de ellas y luego decidirse por una o dos.
Para evitar quedarse sin batería a mitad de camino, también debería introducirse un nivel mínimo de carga en el sistema de navegación correspondiente. «En muchos sistemas de a bordo y aplicaciones de navegación se puede especificar que el SoC nunca debe bajar del 20 por ciento», explica Leicht, y añade que este es un buen valor para los novatos.
«Los conductores experimentados de coches eléctricos, en cambio, pueden reducir el SoC mínimo a un 5 o 10 por ciento, dependiendo del coche. Esto deja suficiente reserva en caso de que una estación de carga esté ocupada o el consumo sea mayor de lo previsto», explica.
De cara al futuro, los expertos ven un gran margen de mejora en lo que respecta a la planificación de las rutas y la carga de los coches eléctricos. «Algunos programas ya muestran cuando una estación de carga está ocupada», señala Jörg Maltzan. «En el futuro, quizás sea posible reservar mediante pago una estación de carga por adelantado para así poder tomar la mejor ruta posible», pronostica el experto.
Por Claudius Lüder (dpa)