La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, ha anunciado hoy, durante una rueda de prensa en el Pabellón de Asturias de la FIDMA, la ampliación en 2016 de la marca de calidad Pescado de Rula con Artes Sanos a todas las cofradías integradas en la Federación de Cofradías de Pescadores del Principado.
La marca, que ampara los pescados de calidad capturados artesanalmente por la flota de bajura en caladeros asturianos, garantiza la trazabilidad de cada una de las piezas, de manera que el consumidor puede conocer, a través de la etiqueta, la fecha de captura, el arte de pesca y el barco, entre otras características.
La etiqueta de calidad, que certifica el pescado de la flota artesanal asturiana, se puso en marcha a principios de este mismo año en las rulas de Llanes, Bustio y Ribadesella. Es el signo distintivo que garantiza tanto la calidad como el origen de los pescados y mariscos descargados en las rulas asturianas por embarcaciones de pesca artesanal, asociadas a las cofradías adscritas a la marca.
El producto es autorizado y controlado por la Federación de Cofradías de Pescadores del Principado de Asturias como titular del sello para cuyo diseño, creación, registro, formación, implantación, seguimiento y difusión contó con el apoyo financiero de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales y la aplicación del Fondo Europeo de la Pesca, con una inversión ligeramente superior a los 100.000 euros.
Álvarez ha informado de que, desde su implantación, la marca Pescado de Rula con Artes Sanos ha identificado 10.000 piezas de pescados en el conjunto de las tres cofradías, con un peso de 14.328 kilos y un valor en primera venta de 125.000 euros. La consejera ha explicado también que, hasta finales de 2015, el departamento que dirige llevará a cabo un seguimiento de los efectos de la aplicación de la marca, de los aspectos que sean mejorables o que precisen de una modificación para, en 2016, programar la ampliación del ámbito de aplicación de este iniciativa al resto de cofradías de pescadores: Tazones, Luarca, Candás, La Arena, Cudillero, Luarca, Puerto de Vega, Viavélez, Tapia y Figueras.
La marca de calidad beneficiará al sector pesquero asturiano, a los consumidores, que conocerán la procedencia del pescado y a los hosteleros, que disponen así de un aval en cuanto a la calidad, frescura y sostenibilidad del producto que ofrecen a sus clientes, ha subrayado la consejera.
María Jesús Álvarez ha afirmado que el sector pesquero tiene futuro pese a los problemas que le afectan y para ayudar a asegurar ese futuro a medio plazo ha animado a los pescadores a “hacer valer el producto en el mercado, identificándolo y destacando su calidad por el uso de las artes selectivas, porque forma parte de la pesquería de nuestra flota artesanal y es fresco”.
El pescado y el marisco que se acogen a esta marca deben ser descargados vivos, capturados por embarcaciones asociadas a las cofradías, envasados en fresco, etiquetados de forma individual y subastados en las rulas asturianas, además de cumplir el reglamento creado para el sello y por el resto de la legislación vigente en cada momento. También tienen que haber sido capturados en las zonas de pesca que comprende las aguas interiores y exteriores del Cantábrico noroeste, un límite que sólo se ampliará en el caso de pescado azul y especies altamente migratorias como el bonito.
En cuanto a los barcos, deberán tener su puesto base en Asturias, ser socios de alguna de las cofradías de pescadores adscritas a la marca y estar inscritos en el registro de la misma. Además, es obligado que reúnan unas condiciones higiénicas y sanitarias que garanticen la calidad de los productos que pescan.