Aunque de antemano pueda parecer una tarea sencilla, decidirse por los mejores servicios de limpieza para cada caso es un acto que debe de ir precedido por la consideración detenida de varios factores. Porque al final, cuando delegamos en alguien una labor, además de obtener los resultados esperados es de gran importancia que dicha relación siente sus bases en la confianza y en la seguridad mutuas.
Primer paso: ¿qué necesito?
Antes de nada, debemos tener claro qué tipo de servicios requiere nuestra vivienda, comunidad de vecinos o empresa, así como la frecuencia en la que necesitamos que se lleven a cabo y la fecha hasta la cual queremos que se presten. Una vez tengamos claro este punto, podremos descartar aquellas empresas de limpieza que no se ajusten a los requisitos contemplados.
Más allá, será esencial valorar si, aparte de los servicios ofrecidos, las empresas aportan un factor de flexibilidad a los mismos, siendo capaces de adaptarse a casuísticas específicas que se puedan dar en el futuro. Si una empresa integra servicios que puedan suponer un valor añadido para los usuarios, podremos hacernos a la idea de que su máxima preocupación es la satisfacción del cliente y, por tanto, crear una relación lo más duradera posible con el mismo.
La importancia del cumplimiento de la ley
Ahora nos queremos centrar en el marco legal y hablar de la importancia de que una empresa preste sus servicios ajustándose estrictamente al mismo. Todos sabemos que en sector de la limpieza hay quien opera desde la irregularidad, ya sea fiscal, contractual o de otra naturaleza. Sin embargo, también hay empresas que cuentan con un equipo de trabajadores contratados debidamente y que llevan a cabo su actividad cumpliendo pormenorizadamente las normas legales establecidas.
Y precisamente aquí surge otro punto controvertido que hay que tener muy en cuenta. Nos referimos a la posibilidad de que, en el desarrollo de la prestación de servicios, pueda producirse algún accidente, avería o desperfecto, caso en el que es de vital importancia tener previamente contratado un seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier incidencia. Así que, si queremos evitar ningún contratiempo futuro, hemos de preguntar y aclarar este asunto antes de cerrar cualquier tipo de acuerdo.
Las garantías aportadas marcan la diferencia
Una vez tengamos atados los términos legales, debemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿cómo podemos prever si lo que nos ofrecen van a cumplirlo en un futuro? En primer lugar, hay que dejar claro desde el principio cuáles serán las líneas de actuación en el caso de que se produzca algún incidente o ante la posibilidad de que lleguemos a encontrarnos descontentos con los resultados en algún momento.
Por otro lado, mediante un breve ejercicio de documentación previa podemos llegar a concluir la fiabilidad de cada opción. Una dilatada experiencia ofreciendo servicios de manera exitosa supone un plus de seguridad de cara a nuestra elección. Además, gracias a las redes sociales, hoy en día podemos contrastar la satisfacción o el descontento de otros usuarios de dicha compañía.
Puntos a tener también muy en cuenta son los relacionados con la formación adecuada del personal, la flexibilidad que aporte su método de trabajo o la concienciación de la empresa con el medio ambiente. Y es que toda empresa adaptada a los nuevos tiempos dispone de medios para llevar a cabo limpiezas con ozono, que no sólo funciona mejor como desinfectante que otros productos poco saludables como el cloro o la lejía, sino que además es respetuoso ecológicamente hablando. Si queréis conocer más detalles y ventajas de esta novedosa técnica de limpieza, visitad: https://www.vilmar.es.
Pedir presupuesto, el último paso
Una primera clave llegado este momento es no pedir presupuesto a una empresa, sino a varias, dado que es algo que nos puede ayudar a formar una idea bastante real del tipo de organización ante la que estamos y de cómo funciona. Si una empresa es profesional, lo demostrará haciendo una visita para evaluar las instalaciones y realizando un estudio previo para adecuar su presupuesto a nuestras necesidades particulares.
Y, por supuesto, el precio es importante, pero no la clave definitiva. Debe ir acompañado de una atención y trato adecuados y, como comentamos antes, de unos servicios satisfactorios garantizados previamente.