BAAR (SUIZA), 20 Feb. 2019 (Europa Press) – El gigante mundial del comercio de materias primas Glencore registró un beneficio neto atribuible de 3.408 millones de dólares (3.002 millones de euros) en 2018, lo que representa un retroceso del 41% en comparación con el resultado de 2017 como consecuencia del impacto negativo de las amortizaciones contabilizadas, informó la empresa, que lanzará un programa de recompra de acciones propias de hasta 2.000 millones de dólares (1.762 millones de euros).
Las ganancias de Glencore en 2018 se vieron lastradas por la amortización de activos de las minas de Mutanda y Mopani, por un total de 1.400 millones de dólares (1.234 millones de euros), frente a las plusvalías contables de 1.300 millones de dólares (1.146 millones de euros) por la venta de inversiones en el periodo base.
La multinacional domiciliada en Suiza alcanzó una cifra de negocio de 219.754 millones de dólares (193.585 millones de euros) en 2018, mejorando así en un 6,9% sus ingresos del ejercicio anterior, mientras que el resultado bruto de explotación ajustado de la compañía aumentó un 8,4%, hasta 15.767 millones de dólares (13.889 millones de euros).
La deuda neta de Glencore al finalizar el ejercicio se situó en 14.710 millones de dólares (12.958 millones de euros), un 44% más que un año antes.
La compañía anunció este miércoles su intención de lanzar en 2019 un programa de recompra de acciones propias por importe de hasta 2.000 millones de dólares (1.762 millones de euros), apuntando su disposición a incrementar la retribución por esta vía a sus accionistas mediante la suma de otros 1.000 millones de dólares (881 millones de euros) procedentes de desinversiones de activos no estratégicos.
LIMITA LA PRODUCCIÓN DE CARBÓN.
Por otro lado, Glencore ha informado de que dará prioridad en sus inversiones al incremento de la producción de materias primas esenciales para la transición energética y de la movilidad, mientras que limitará su capacidad de producción de carbón a los niveles actuales.
A este respecto, la compañía explicó que solo incrementaría su actual producción de carbón en el caso de que tuviera que adquirir participaciones minoritarias mediante el ejercicio de sus derechos en las ‘joint ventures’ que mantiene actualmente en el sector.
«Creemos que esta transición es una parte clave en la respuesta global a los crecientes riesgos planteados por el cambio climático», indicó la empresa.