Londres, 1 jul (dpa) – El tenista alemán Alexander Zverev está en Londres para jugar sobre hierba, pero en Wimbledon no le espera solo la de las canchas del torneo sino también la de los «greens» de golf, aunque sean de tamaño reducido y estén en el jardín de su casa de alquiler.
A pesar de todas sus ambiciones al título, que ha manifestado más claramente que nunca en Wimbledon, al número cuatro del mundo le gusta distraerse jugando al golf. En cuanto llegó a la casa que alquiló para Wimbledon, pidió por internet un kit de golf con nueve hoyos y pelotas de plástico, reconoció el propio Zverev.
«Hago esto todos los días. Juego contra mi fisioterapeuta, que se enfada mucho cuando pierde. Me encanta ver eso», comentó el tenista nacido en Hamburgo, de 27 años. «Lejos de la pista de tenis, soy un niño pequeño», dijo. «Juego, no puedo estarme quieto. Juego al Mario Kart con mis amigos…».
Como es habitual en muchos tenistas, Zverev ha alquilado una casa para el tercer torneo de Grand Slam del año. La familia de su hermano Mischa, incluidos sus dos hijos pequeños, también estará allí. También han encargado una mini red de tenis, explicó Zverev.
Cuando el lunes comiencen los partidos de primera ronda en el clásico sobre hierba de Londres, el tenista alemán aún puede salir a la pista de entrenamiento. La prueba de primera ronda de Zverev contra el español Roberto Carballés Baena no es hasta el martes.
Para entonces, Zverev quiere presentarse en Wimbledon bien preparado para el tenis sobre hierba, como no se ha sentido en los últimos años.
El profesional subrayó sus objetivos con más claridad que nunca. «Es la primera vez que realmente pienso que estoy aquí como candidato a tal vez ganar el título», señaló el finalista del Abierto de Francia. En su opinión, esta es quizá la edición de Wimbledon más abierta de los últimos 20 años.
Para tener opciones al título, quiere cambiar su enfoque del tenis sobre hierba, que se caracteriza por el saque y un gran número de peloteos cortos. «La pista de hierba tiene que gustarte de alguna manera. A mí no me gustaba», admitió Zverev.
«Hay que aceptar que el juego puede no ser tan fluido como en otras superficies», añadió.
Zverev quedó enmarcado en la mitad inferior del cuadro del torneo, lo que significa que solo podría enfrentarse en una posible final al español Carlos Alcaraz, defensor del título, o al italiano Jannik Sinner, número uno del mundo.
Un posible rival en semifinales sería el serbio Novak Djokovic, el tenista que acumula el mayor número de triunfos en torneos de Grand Slam pero que ha tenido problemas físicos recientemente.