La Consejera de Infraestructuras y Medio Ambiente rechazó esta mañana en la Junta General, como representante en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria del puerto de El Musel, pedir el impulso de obras necesarias para eliminar riesgos de nubes de carbón que habitualmente soportan los vecinos de la zona oeste de Gijón como podrían ser el cubrimiento de las instalaciones de graneles, tal como proponía el diputado de IU, Ovidio Zapico. Belén Fernández aseguró que “aspiran a seguir mejorando” pero estas medidas de “plena cubrición”, a su juicio, tendrían un coste «elevadísimo», de entre 300 y 500 millones de euros, que hoy no entra entre sus previsiones de reivindicación ya que “ni es viable ni proporcionado”.
Después de escuchar enumerar las medidas de riego, apantallamientos y pavimentación tomadas después de nubes de carbón y revisiones de los planes de calidad del aire realizados por Belén Fernández, Zapico subrayó que el Principado debe ser más ambicioso en los proyectos de mejora para El Musel y asumir que no es necesario llegar a grandes cúpulas para mejorar el trasiego de graneles y evitar los problemas de contaminación en la zona de Oeste de Gijón, algunos derivados de la industria pesada, y otros que sufren por un “manejo inadecuado de los graneles en torno al Musel”.
Las medidas mencionadas por Belén Fernández son consideradas “insuficientes” por el diputado de IU, quien detalló que la carbonilla y las nubes no son algo inusual en el marco de un puerto por excelencia carbonero, que movió el año pasado 21 millones de toneladas, el 50% de ellas de carbón. Del mismo modo, el parlamentario de IU denunció que el sistema de manejos de graneles es muy similar al de hace 100 años. Con una foto en la mano explicó la falta de cintas cubiertas, las parvas sin cubrir o la ausencia de apantallamientos, mientras que puso como ejemplo los puertos de La Coruña o Santander que sí han tomado medidas para cubrir el transporte y almacenamiento de los graneles. Tampoco olvidó el ejemplo propio en el manejo de carbón como es el del lavadero de Batán o la térmica de La Pereda, que ya dieron solución a los mismos problemas que ahora se plantean en Gijón.