(dpa) – Bajo un cielo gris, el Festival de San Sebastián inauguró este viernes su edición 65 con «Submergence» («Inmersión»), un drama romántico con el que Wim Wenders dejó fría a la crítica pese a la fotogénica química entre sus dos protagonistas, Alicia Vikander y James McAvoy.
Unos escasos y tibios aplausos al final de la primera proyección ponían de manifiesto que el director de «París, Texas» o «Buena Vista Social Club» no logra salir a flote del descenso a los abismos que propone. Y es que en «Submergence», que adapta la novela homónima del corresponsal de «The Economist» J.M. Ledgard, el amor es el vehículo con el que explorar cuestiones tan espinosas como el terrorismo yihadista o el origen de la vida en la Tierra.
Precisamente esa manera en que Ledgard aborda el conflicto islamista tan vigente hoy en día fue uno de los detonantes para que Wenders se embarcara en el proyecto. «Entendemos que tiene mucho que ver con falta de equilibrio entre ricos y pobres, y que declarar la guerra contra el terrorismo en 2001 fue lo mejor que le podía pasar a los terroristas: era lo que querían y creamos un monstruo», declaró el realizador.
La sueca Vikander, ganadora de un Oscar por «La chica danesa», encarna en «Submergence» a la biomatemática Danielle, que mientras se prepara para sumergirse en lo más profundo del océano se enamora de James (McAvoy), un supuesto ingeniero hidráulico que trabaja en África. Sin embargo, el espectador pronto descubre que James es en realidad un agente de los servicios secretos británicos.
Cada uno a su manera, ambos arriesgan todo por ir literalmente hasta el fondo: ella para entender cómo surge la vida donde no llega la luz del Sol y él para combatir la oleada de terrorismo yihadista que mantiene en vilo a Occidente. Sin embargo, pese al lirismo que aportan la imponente fotografía de las playas normandas y la inquietante oscuridad del océano, la trama se acaba diluyendo en el plano metafórico.
Eso sí, la química entre los protagonistas de esta coproducción germano-franco-española es innegable. «Me encantó tener la oportunidad de trabajar con James, he visto sus películas y admiro lo auténtico que siempre resulta en todos sus personajes», dijo una Vikander que lució su larga melena castaña. «Es un hombre muy, muy divertido, siempre está contando chistes. Le echo de menos hoy aquí».
En su opinión, lo que vive en la gran pantalla con el protagonista de «X Men» o «El último rey de Escocia» es «una historia romántica construida de forma muy intelectual». Y es que según afirmó la joven de 28 años -que próximamente encarnará a Lara Croft en «Tomb Rider»-, «vivimos muy rápido». «A veces, hasta que no pasa un tiempo, no entendemos el impacto que una conexión con otra persona ha tenido en nosotros».
Wenders, que en 2002 presidió el jurado del certamen y hace tres años se llevó el Premio del Público por el documental «La sal de la tierra», afirma estar ya «curtido» como para sentir la presión de ser la película inaugural. «Hace tiempo que dejé de leer las críticas de mis películas. Leo de otras», dijo entre risas el emblemático realizador alemán, que sigue sin desprenderse de sus características gafas de pasta.
Pero tras lamentar que en los últimos años Europa esté siendo «tan egocéntrica» y haya optado por cerrar las fronteras a los refugiados -«culturalmente, es una catástrofe y una vergüenza», aseguró-, confía en la labor educativa del cine. «Espero que la película ayude un poco a concienciar, abrir una puerta a África y también al desconocido mundo de los océanos», añadió.
Con «Submergence» queda inaugurada además la carrera por la Concha de Oro, por la que este año rivalizan 18 títulos bajo la atenta mirada del jurado que preside John Malkovich. Mientras, el sueco Ruben Östlund estrenó la sección Zabaltegi -en la que se muestran las propuestas más osadas- con la flamante ganadora de la Palma de Oro en Cannes: «The Square».
El primer premio del certamen se lo llevó por su parte el chileno Sebastián Lelio, que tras su exitoso paso por la Berlinale (Oso de Plata al mejor guión y Premio Teddy) fue distinguido con el V Sebastiane Latino por el drama transgénero «Una mujer fantástica», con la que inauguró la sección Horizontes Latinos. El galardón reconoce a la película latinoamericana que mejor refleja la temática LGBT.
Finalmente, después de que por la noche Wenders desfilara acompañado de Vikander por la alfombra roja del palacio Kursaal para la gala inaugural, también fue homenajeado el director finlandés Aki Kaurismäki: su último trabajo, «El otro lado de la esperanza», recibió el Gran Premio FIPRESCI de la crítica internacional.
Por Elena Box