Estambul, 12 oct (dpa) – Turquía informó al Gobierno estadounidense que tiene una grabación tanto de audio como de video que prueba que el periodista saudí Jamal Khashoggi fue asesinado en el consulado saudí en Estambul, publica hoy el «Washington Post».
El periódico, con el que colaboraba Khashoggi como columnista, cita a fuentes turcas y estadounidenses, lo que obligará a Ankara probablemente a explicar de qué tipo de grabación se trata.
El reportero disidente saudí, de 59 años, desapareció el martes 2 de octubre cuando entró al consulado de su país para tramitar unos papeles para poder casarse con su novia turca. Turquía asegura desde el principio que fue asesinado dentro del edificio, mientras que Arabia Saudí afirma que salió con vida y después desapareció.
El «Washington Post» cita a una fuente anónima según la cual las grabaciones demuestran que Khashoggi fue primero interrogado, después torturado y finalmente asesinado. Luego su cadáver fue desmembrado.
El «New York Times» también había informado previamente en base a fuentes de las fuerzas de seguridad turcas que un equipo de agentes saudíes había asesinado al periodista y desmembrado su cuerpo con una sierra para sacar los restos escondidos en maletas.
El «Post» asegura que Turquía duda en hacer pública la grabación porque revelaría la forma en que espía las legaciones de países extranjeros en su territorio. Por eso tampoco está claro si los estadounidenses podrán ver las imágenes que supuestamente prueban el crimen. Sin embargo, el periódico asegura que el Gobierno turco le garantizó a funcionarios de Estados Unidos que tiene en su poder grabaciones comprometedoras que no dejan lugar a dudas sobre el asesinato.
El caso Khashoggi, ya de por sí muy delicado a nivel político, alcanzaría nuevas dimensiones en caso de que se constatara que Turquía consiguió o incluso grabó de manera secreta dentro del consulado, oficialmente territorio soberano saudí y protegido por inmunidad diplomática.
El portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, anunció a la agencia de noticias estatal Anadolu el jueves que su país investigará junto con Riad el caso, pero las nuevas revelaciones generan muchas dudas al respecto.
Khashoggi se exilió hace más de un año en Estados Unidos por temor a ser perseguido políticamente. Allí escribió artículos para el diario «The Washington Post», entre otros.
Si bien el periodista apoyaba en general las reformas del príncipe heredero Mohamed bin Salman, también criticaba su estilo de gobierno cada vez más autoritario.
Estados Unidos aumentó la presión sobre Arabia Saudí, un estrecho aliado, por el caso del reportero. El embajador saudí en Washington se encuentra ahora en Riad, pero a su regreso se espera que presente un informe, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
La funcionaria agregó que antes de finalizar la investigación no se acusará a nadie. «No sabemos qué pasó», indicó, pero el Gobierno estadounidense está «extremadamente preocupado por la situación».
Varios senadores demócratas y republicanos exigieron al presidente Donald Trump que investigue si el caso implica una grave violación de los derechos humanos y si se deberían aplicar sanciones en el marco de la Ley Magnitsky, que permite a Washington en casos así imponer prohibiciones de entrada a su territorio o el congelamiento de bienes. Los senadores pidieron a Trump informar al Comité de Asuntos Exteriores en 120 días.
Trump había dicho el jueves al canal Fox News que Estados Unidos quiere saber qué pasó. Si bien Khashoggi no es ciudadano estadounidense, «en este caso eso no importa», añadió.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, calificó hoy la desaparición de Khashoggi de «muy grave» y expresó la esperanza de que se impongan «un esclarecimiento total y la verdad».
El mandatario francés dijo a la televisión France24 y a la emisora de radio RFI al término de una cumbre de naciones francófonas en Erevan, la capital de Armenia, que aún no había hablado sobre el asunto con su par de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el rey Salman de Arabia Saudí o el poderoso príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman. «Seguramente lo voy a hacer en los próximos días», agregó.
Sin embargo, Macron descartó un cambio inmediato en las relaciones tradicionalmente amistosas entre Francia y Arabia Saudí al explicar que primero quiere esperar a que se conozcan los hechos y que estos sean «analizados y verificados por nuestros servicios [secretos].
El presidente galo insistió en que la relación de Francia con el reino saudí está basada más en intereses estratégicos mutuos que en consideraciones comerciales. Arabia Saudí es uno de los principales clientes de la industria armamentística francesa.