(dpa) – Volkswagen invertirá en el creciente mercado de vehículos eléctricos chino 10.000 millones de euros (casi 12.000 millones de dólares) en los próximos siete años, junto a sus socios locales, anunció hoy el responsable de la empresa en China, Jochem Heizmann, en una feria del automóvil en Cantón.
Según Heizmann, se producirán en China alrededor de 40 modelos con propulsión alternativa para 2025, es decir 25 modelos más que los previstos hasta ahora.
El mercado de los vehículos eléctricos se está desarrollando en China «más rápido que en otras partes del mundo», dijo Heizmann, quien espera vender anualmente 400.000 automóviles eléctricos hasta 2020 en el mercado más importante de la empresa. Hasta 2025 espera aumentar las ventas hasta 1,5 millones.
El miembro de la junta directiva de Volkswagen describió como una «solución correcta» el acuerdo sobre la cuota de producción planificada para coches eléctricos anunciada por el gobierno chino en septiembre. Al contrario de lo que temían los fabricantes alemanes, las nuevas normas entrarán en vigor en 2019 y no el año que viene.
Entonces el diez por ciento de los vehículos fabricados o importados en China deberán disponer de un motor híbrido o puramente eléctrico en base a un sistema de puntos.
Sin embargo, Heizmann no consideró la cuota de coches eléctricos como un «desafío clave», sino las normas del Gobierno chino sobre el consumo de combustible. Según estas, en el futuro la flota total de vehículos de un fabricante solo podrá consumir de media cinco litros por cada 100 kilómetros. «Este es un requisito complicado», admitió.
La joint venture planeada entre Volkswagen y el fabricante chino Anhui Jianghuai Automobile (JAC) para automóviles eléctricos va «por buen camino». Su primer modelo en común saldrá al mercado en el primer semestre de 2018.
Gracias a las subvenciones estatales por la compra de coches eléctricos, China se ha convertido en el mayor mercado para este tipo de vehículos. A finales de 2016 ya había más de medio millón de autos con tracción alternativa circulando por las carreteras chinas.
En muchas ciudades con millones de habitantes y aire contaminado ya existen estrictas restricciones de acceso para los motores de combustión interna. Pekín también anunció recientemente una prohibición total de este tipo de motores, pero aún no se ha especificado cuándo entrará en vigor.
Tras un crecimiento de dos cifras el año anterior, el negocio de Volkswagen en China está siendo regular este año. Sin embargo, Heizmann se mostró optimista y espera que las cifras mejoren antes de que termine el año y que se registre un crecimiento de entre un cuatro y un cinco por ciento, a la par que el mercado total.
Las rebajas fiscales que terminarán en enero contribuirán a que las ventas aumenten en noviembre y diciembre, opina. Aunque se prevé un «comienzo débil» de 2018 debido a las ventas anticipadas.
Los principales productos estrella en China son los utilitarios deportivos (SUV), de los que Volkswagen y sus socios sacarán al mercado diez nuevos modelos en los próximos dos años. Hasta octubre la empresa alemana vendió en el país asiático unos 2,5 millones de vehículos.