Wolfsburgo (Alemania), 8 jul (dpa) – La adaptación a la nueva normativa de emisiones contaminantes WLTP obligará al gigante automovilístico alemán Volkswagen a afrontar un bache de producción mayor de lo esperado inicialmente, según informó la compañía a sus trabajadores en un escrito al que hoy tuvo acceso dpa.
«Este tema nos va a mantener ocupados durante unos meses», reza la comunicación enviada a los trabajadores que firma el nuevo presidente del grupo Volkswagen, Herbert Diess.
La introducción de la nueva legislación sobre emisiones, que será efectiva a partir del 1 de septiembre para todos los vehículos nuevos, lleva a la empresa a trabajar a contrarreloj para comprobar que sus más de 200 modelos se ajustan a los nuevos requisitos y que sus vehículos van a conseguir los certificados necesarios para circular.
«El personal del departamento de desarrollo técnico y de producción trabaja duro para mantener los efectos derivados de esta nueva norma bajo control», señaló Diess.
Además, a los trabajos de verificación se suma el hecho de que hasta el próximo 27 de julio, coincidiendo con las vacaciones estivales, las plantas de Volkswagen registran una actividad mucho más baja de la habitual.
Porsche, filial de Volkswagen, ya comunicó a principios de junio que la adaptación a la nueva normativa le iba a obligar a reducir su oferta.
La introducción de la nueva legislación sobre emisiones requiere una conversión de la gama de modelos para incluir un filtro de partículas y una nueva reprogramación (de los coches) antes del 1 de septiembre de 2018, indicó la compañía en ese momento a través de un comunicado.
Las normativas sobre emisiones constituyen el principal quebradero de cabeza de esta multinacional germana que en 2015 escandalizó al mundo tras reconocer haber vendido 11 millones de vehículos manipulados a escala global para disfrazar el nivel de gases contaminantes y así adaptarse a los límites establecidos.