Silverstone (Reino Unido), 10 jul (dpa) – El escudo de Ferrari tiene a un caballo saltarín, el famoso «Cavallino Rampante», pero tras la victoria de Sebastian Vettel en Silverstone la «Scuderia» es más un león que ruge.
Así, en todo caso, definió Maurizio Arrivabene, el jefe de Ferrari, la actuación de un Vettel que el domingo toleró un dolor de cuello para ponerse líder del campeonato mundial a ocho puntos de Lewis Hamilton. «Peleando como un león», dijo.
Esa ventaja sería más grande si Hamilton no hubiera llegado en el segundo lugar, tras la remontada a la que se vio obligado al chocar en el arranque de la carrera con el finlandés Kimi Raikkonen, compañero de Vettel.
Más allá de los números, la carrera dejó la sensación, tanto en la pista como en la lucha por el título, de que Ferrari está más fuerte.
«Cada carrera es una carrera de equipo, pero hoy fue aún más importante para nosotros ganar aquí, porque los últimos años había sido muy difícil para nosotros», expresó Vettel tras el GP.
«Este año probamos ser fuertes en cada carrera», añadió el alemán, cuádruple campeón mundial, que batió a Hamilton, y a Mercedes, allí donde son locales y habían dominado las últimas temporadas.
En efecto, la escudería alemana que tiene una de sus sedes en Inglaterra había ganado siempre en Silverstone desde 2013, con una victoria del alemán Nico Rosberg y cuatro más de Hamilton.
Vettel, sin embargo, ya venía de ganar el Gran Premio de Canadá, una carrera en la que, como en Silverstone, Mercedes había dominado. Por primera vez en mucho tiempo, las cosas lucen por lo menos igualadas entre las dos escuderías.
Ferrari parece tener ahora un motor del mismo nivel de Mercedes, más facilidad para optimizar los neumáticos y serán ahora favoritos en los circuitos más lentos que asoman en el calendario, en Hungría y Singapur.
Todo parece ir a favor de Ferrari en la búsqueda de su primer título de pilotos de la Fórmula 1 desde que Raikkonen ganó en 2007 y el primero en constructores desde 2008.
El equipo de Maranello lidera la tabla de equipos 20 puntos por encima de Mercedes, otra prueba de su mejor consistencia en las 10 carreras hasta ahora disputadas.
Mercedes, en cambio, sufre la presión de los errores: después de un doble fallo mecánico la carrera pasada en Austria, perdió en Silverstone aun con la «pole» lograda por Hamilton.
Hubo rabia y decepción porque la carrera de Hamilton fue arruinada por la colisión con Raikkonen, pero el británico estaba ahí, justo en esa posición en la que fue impactado, por su mala largada.
«Primero que todo, tenemos que mirar nuestro rendimiento y lo que podemos mejorar hoy», pidió Toto Wolff, el jefe deportivo de Mercedes.
«Claramente tenemos trabajo que hacer en nuestras salidas, porque perdimos terreno nuevamente con Ferrari», explicó.
Hamilton, de su lado, dijo que estaba «agradecido por haber llegado segundo» pero está consciente de que tendrá que mejorar de cara al Gran Premio de Alemania, el 22 de julio, dentro de dos semanas.
Sin embargo, también recordará que hace un año era segundo detrás de Vettel hasta que, en la parte final de la temporada, una impresionante racha de victorias -que incluyó triunfos en Monza y Spa, dos trazados que requieren potencia- le dio su cuarto título.
«No me rendiré, créanme, no me rendiré», prometió Hamilton a los fans en Silverstone.
Pero con Ferrari y Vettel en gran forma, habrá que ver si la voluntad le alcanza al de Stevenage.
Por Claas Hennig (dpa)