(dpa) – Pasear en el verano por la naturaleza sin pensar en las garrapatas sería bonito. Pero, lamentablemente, en los meses más cálidos, en muchos lugares, es muy difícil evitar el encuentro con estos animalitos.
Las garrapatas transmiten enfermedades como la enfermedad de Lyme (borreliosis) o la encefalitis centroeuropea o meningoencefalitis transmitida por garrapatas (ETG), también conocida por su acrónimo inglés TBE (Thick-Borne Encephalitis).
¿Cómo protegerse de estos animales y qué hacer en caso de una picadura? Dos expertas comparten sus consejos:
Consejo 1: Saber dónde puede haber garrapatas
«A nuestras garrapatas locales les gustan los pastos altos, los arbustos, el follaje suelto y los bosques no muy secos», dice la médica Michaela Geiger.
Muchas veces, uno se las topa al pasar. «Por lo tanto, las reglas de protección son: usar calzado cerrado, vestir pantalones largos y colocar los bordes inferiores del mismo dentro de las medias (los calcetines), revisarse bien el cuerpo después de haber estado en la naturaleza», precisa.
Los niños, además, deberían llevar un gorro. Y es que las garrapatas pueden trepar hasta cierta altura en los arbustos.
También es aconsejable informarse sobre si uno está en una zona de riesgo de encefalitis centroeuropea.
Consejo 2: No basta con los repelentes, hay que combinar medidas
Los productos repelentes contra mosquitos o garrapatas son útiles solo en ciertas condiciones, dice la médica Kristina Huber. «Ayudan bastante contra los mosquitos, pero no está probado que sirvan de la misma manera contra las garrapatas», explica.
La mejor protección posible es una combinación de diferentes medidas: una vacuna contra la encefalitis, vestimenta larga, un espray antigarrapatas que contenga permetrina, rociado sobre la piel y la tela.
Igual de importante que los preparativos es el después, es decir, la revisión exhaustiva del cuerpo tras el paseo por un bosque o un prado. Importante: «Dado que uno no se puede ver bien la espalda y la parte de atrás de las rodillas, sirve si en la revisión cuenta con la ayuda de otra persona y se hace mutuamente», dice Geiger.
Tampoco hay que olvidar revisar bién los pliegues del cuerpo en las zonas íntimas, así como las zonas detrás de las orejas o bajo las axilas.
Consejo 3: ¿Picadura de garrapata? Nada de pánico o apuro.
¿Y si de todas maneras se produce una picadura de garrapata? El consejo de Geiger es preservar la calma: «En general, hay suficiente tiempo para eliminar la garrapata».
En el caso de la enfermedad de Lyme, la garrapata debe succionar un cierto tiempo antes de que las borrelias pasen al organismo humano. «Si se quita la garrapata en menos de doce horas, en general no hay ningún peligro», señala Geiger.
El caso es un poco diferente con la encefalitis: la enfermedad se transmite bastante más rápidamente después de una picadura de garrapata. Pero también es claramente menos habitual: según el Instituto Robert Koch (RKI), el ente gubernamental alemán para el control de enfermedades infecciosas, solo entre el 0,1 y el 5 por ciento de las garrapatas en zonas de riesgo portan el virus de encefalitis en ellas.
Pero en todos los casos, lo que hay que hacer es ir a la farmacia y comprar los utensilios necesarios para quitar la garrapata: gracias a ellos se la puede retirar de manera lenta y controlada. Luego, lo mejor es desinfectar la herida.
Consejo 4: Mejor no utilizar aceite o manteca
A veces, uno no tiene a mano un utensilio especial ni una farmacia cerca. Pero es mejor no recurrir a los remedios caseros.
Huber menciona un ejemplo: «Antes se decía que había que ponerle aceite o manteca a la garrapata, para que no recibiera más aire y se soltara».
Según la infectóloga, eso es cierto, pero entraña un peligro: que la garrapata, al ser sobada, escupa -en caso de tener el virus de encefalitis o borrelias- estos gérmenes patógenos. «Por eso recomiendo no usar este método», dice.
Consejo 5: Observar la zona de la picadura
«Si uno fue picado por una garrapata, es importante observar la zona durante entre cuatro y seis semanas», dice Geiger. Uno puede anotarse la fecha de la picadura y marcar la zona.
Cabe destacar que los síntomas de la enfermedad de Lyme y de la encefalitis centroeuropea se distinguen fácilmente entre sí. En el caso de la enfermedad de Lyme, el primer indicio es el clásico enrojecimiento de la zona.
«La zona de la picadura queda más clara en el centro. Alrededor se expande una zona roja», describe Geiger. Este círculo rojo puede alcanzar un diámetro de entre 10 y 20 centímetros. La enfermedad de Lyme se puede tratar bien con antibióticos.
Una encefalitis transmitida por garrapatas comienza, según Huber, en general con síntomas no específicos como dolor de cabeza o de los miembros o también fiebre. Muchas veces, le sigue un intervalo sin síntomas de alrededor de una semana, antes de que comience una infección de la membrana cerebral.
Por Lorena Simmel (dpa)