(EP) – España se sitúa a la cola del ranking de países que reúnen las condiciones adecuadas para desarrollar el vehículo conectado y autónomo con 50,5 puntos sobre 100, lejos de los países líderes como Estados Unidos (67,8 puntos), Suecia (63,3) o Finlandia (62,5).
Así, según el primer informe sobre el Vehículo Autónomo y Conectado de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), España destaca a escala mundial por su nivel de red e infraestructuras de carreteras (90,7 puntos sobre 100), pero con una amplia capacidad de mejora tanto en el ámbito de inversión en nuevas tecnologías (30 puntos), como en ciberseguridad (65 puntos) y calidad de las redes de conexión (28,4 puntos).
Este informe tiene el objetivo de evaluar y medir el desarrollo del entorno y tecnologías de conectividad y autonomía en España respecto a otros países y orientar al sector sobre las necesidades que precisa y el ritmo que debe llevar.
Según el estudio, en cuanto al vehículo autónomo, la autonomía potencial del mercado de turismos es la que se encuentra en un estado más avanzado, con puntuaciones medias por encima de 3 sobre 5, mientras que los comerciales ligeros están levemente por debajo, situándose en 2,9 puntos, como tecnología de autonomía mayoritaria.
Por su parte, en relación a los vehículos industriales y autobuses, la penetración se encuentra en un nivel inferior de autonomía potencial que los vehículos ligeros. En este caso la media se sitúa por debajo de los 3 puntos, registrando puntuaciones de 2,4 y 2,6 puntos, respectivamente.
Respecto a la autonomía real de oferta, actualmente, en España la Ley de Tráfico no permite circular a modelos con nivel 3 o superior. Como consecuencia, el grueso de los modelos ofertados en España para turismos cuenta mayormente con un nivel de autonomía 2, correspondiente al 62% de la oferta existente.
Para los vehículos comerciales ligeros, la oferta actual cuenta con vehículos de hasta un nivel 3 de autonomía, nivel que representa el 5% de los modelos.
En los vehículos industriales, la mayoría de los modelos ofertados por las marcas en España se pueden comprar con un nivel 1 (85% de los modelos), mientras que en el caso de los autobuses, cerca del 25% de la oferta en mercado incorpora tecnología de autonomía de nivel 2.
Anfac considera que es «el momento oportuno» para poner en marcha un reglamento específico que asiente las bases para la entrada y circulación de vehículos con niveles de autonomía 4 en las carreteras de España durante este año, tal y como ya realizan países como Francia o Alemania.
En este sentido, el subdirector general de Gestión de Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás, ha confirmado que se encuentran en las primeras conversaciones para desarrollar una norma «seria y realista» sobre la conducción autónoma de nivel 4, que espera poder presentar en un año y medio.
EL VEHÍCULO CONECTADO
Por otro lado, el informe señala que la seguridad es la principal prioridad para los fabricantes en el desarrollo e inclusión de tecnología vinculada a la conectividad en sus vehículos.
En el segmento de turismos y comerciales ligeros, se añaden otros factores como el control del vehículo, vinculado a la gestión de diferentes funciones de los vehículos mediante dispositivos externos o el confort relacionado con la incorporación de tecnologías de conectividad que mejoren la experiencia del usuario.
Por su parte, los vehículos industriales y autobuses mantienen la seguridad entre sus prioridades, pero en ambos es el mantenimiento y diagnosis lo que se sitúa en primer lugar, dando una mayor relevancia a aquellas tecnologías vinculadas al aviso de averías o situación y estado de los diferentes componentes de los vehículos.
«El estudio forma parte de nuestro esfuerzo para que España, como gran productor a nivel mundial, no se quede descolgado en ámbitos tan fundamentales para la movilidad del futuro», ha explicado el director general de Anfac, José López-Tafall.