Estás ahí, renovando tu ordenador por completo. Tienes ya todos los componentes que necesitas para estar actualizado, pero ahora te toca una de las partes más delicadas del montaje, el software. Toca echar un vistazo a todos los programas que vas a necesitar, sean profesionales o por mero ocio y, entre todos ellos, toca ver primero qué sistema operativo vas a instalar.
Lo tienes fácil, a día de hoy te puedes hacer con una licencia windows 10 pro a un precio casi irrisorio. Hace unos años, con el precio que manejaban los S.O. de Microsoft, muchos decidían pasarse por alto la compra para recurrir a métodos poco ortodoxos o, incluso, se planteaban dar un viraje hacia otra rama gratuita, la que ofrecía Linux. El problema es que Windows se ha asentado como el estándar en la informática a nivel doméstico y profesional, por lo que la compatibilidad con todas las aplicaciones del mercado se convirtió, y se ha convertido, en su principal baza para ser el favorito a la hora de montar un ordenador.
Actualmente, lugares como latiendadelicencias.com te ofrecen tanto esta versión como cualquiera otra de las que acompañan a la décima iteración principal de Windows por precios inferiores a 20 euros. Pero también cuentan con Windows 7, un sistema que se encuentra en la gran mayoría de hogares. Ante esta tesitura, es normal preguntarse, ¿vale la pena lanzarse de lleno a Windows 10?
Vamos a desgranar tanto lo bueno como lo malo de este sistema operativo que, poco a poco, se está colando en más y más dispositivos. Desde ordenadores de sobremesa hasta portátiles o incluso tablets.
Ventajas de Windows 10
Una de las principales cualidades de Windows 10 es que reúne lo mejor de sus anteriores compañeros, Windows 7 y Windows 8; pero, hablando en plata, «se deja de tonterías». Esta edición no hace una separación de entornos como sí lo hacía la octava. Ya no hay una interfaz diferente para la pantalla de inicio y el escritorio, todo se mueve en este último, incluso las aplicaciones exclusivas de la Windows Store.
Una de las mejores apuestas de este Sistema Operativo tiene nombre propio: Cortana. De forma similar a Siri, se trata de una especie de asistente que busca tanto en internet como en tu propio ordenador lo que le pidas, incluso se encarga de hacer anotaciones bajo tu petición o de llevar a cabo aquellos atajos que antes se realizaban con el teclado (Ctrl+Alt+Supr, Tecla Windows+E, etc); lo que te permite seguir en tus labores mientras dictas una serie de órdenes a esta IA, o incluso le pides que te cuente un chiste (no es broma).
Está mucho más optimizado para los equipos modernos, permite una mayor cantidad de Memoria RAM e incluso ofrece un mayor rendimiento para la ejecución de videojuegos. Entre esto y su renovado navegador de internet, Microsoft Edge, W10 ha sabido arreglar todo aquello en lo que fallaban tanto W8 como W8.1 y, en estos meses, se ha actualizado constantemente para seguir a la vanguardia.
Inconvenientes de Windows 10
Pero tampoco es oro todo lo que reluce. Cuando hay luces es porque, por otra parte, también debe haber sombras. Está claro que Windows 10 tiene muchísimas ventajas y motivos para convertirse en tu elección a la hora de montar un sistema operativo en tu PC, pero también debes saber que cuenta con ciertos inconvenientes que a veces pueden ser bastante molestos.
Todavía, aunque parezca mentira, hay drivers y software que no han sabido adaptarse a este sistema, lo que hace que ciertos dispositivos, incluidos numerosos periféricos, simplemente no funcionen al conectarse al ordenador con este sistema instalado. Por otra parte, la necesidad de solicitar aprobación a la hora de ejecutar ciertos programas puede convertirse en algo extremadamente tedioso. Incluso teniendo permisos totales, el S.O. te pregunta frecuentemente si deseas dar permiso a la ejecución de un programa tras haberlo arrancado. Resulta paradójico, sobre todo teniendo en cuenta que ya querías abrirlo desde un principio.
Hay que tener especial cuidado con los drivers de diferentes componentes. Aunque los más actuales ya tienen soporte total, se han registrado ciertas incidencias con algunas tarjetas gráficas de NVIDIA y otras tantas de AMD. Conviene estar muy atentos e informados sobre todos los cambios que se introduzcan con los controladores.
Pero estos son inconvenientes que poco a poco se van arreglando y que, al final, son solo un pequeño bache de una enorme carretera de bondades. Sí, vale la pena hacerse con Windows 10 e instalarlo en un nuevo ordenador. Sobre todo sabiendo que te puedes hacer con él a un precio que parece hasta mentira.