Leipzig (Alemania), 15 nov (dpa) – Una rejuvenecida selección de fútbol de Alemania batió hoy por 3-0 a la de Rusia en un partido amistoso en Leipzig, el primero de los dos últimos compromisos del año en los que espera pasar página a un año calamitoso.
Leroy Sané (8′), Niklas Süle (25′), Serge Gnabry (40′) firmaron los goles para los germanos, que podrán encarar con más optimismo el encuentro crucial que librarán el lunes contra Holanda en la Liga de Naciones.
«El partido era muy importante para nosostros. Queremos terminar bien el año. Tuvimos un año difícil. Este fue un buen comienzo en los dos últimos partidos. También queremos hacer un buen partido contra Holanda», dijo el capitán de los germanos, el arquero Manuel Neuer.
La victoria sirve de resarcimiento para la «Mannschaft», que venía de ganar sólo un partido de los últimos seis por competiciones oficiales en 2018 y especialmente de sufrir la humillación de quedar eliminada en la fase de grupos del Mundial de Rusia.
Incluyendo amistosos, el once germano perdió este año un total de seis encuentros, un récord negativo en los 111 años de historia de partidos internacionales de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
Un estadio de Leipzig que no logró agotar las entradas sirvió de marco para un partido en el que los jóvenes alemanes desplegaron un fútbol rápido y ofensivo ante un rival que no opuso gran resistencia en el primer tiempo, pero que les complicó el juego tras la pausa.
En el marco de la renovación del equipo que ganó el Mundial de Brasil 2014, el técnico Joachim Löw mandó al terreno a un once inicial muy joven, en el que sólo dos jugadores eran mayores de 25, el capitán Manuel Neuer y Jonas Hector.
El trío ofensivo conformado por Leroy Sané, de 22 años, Serge Gnabry, de 23, y Timo Werner, de 22, se mostró sumamente eficiente, apoyado por los extremos Thilo Kehrer y Jonas Hector así como por Kai Havertz.
El delantero del Manchester City Sané abrió el marcador a los ocho minutos al rematar un centro un centro de Serge Gnabry tras un pase en profundidad de Thilo Kehrer. Sané anotó su primer gol luciendo la camiseta alemana.
El segundo tanto germano llegó en una situación de pelota parada. Antonio Rüdiger prolongó un córner y el balón cayó ante los pies de Niklas Süle, que remató al segundo poste y marcó también su primera diana para la «Mannschaft».
Cinco minutos antes de la pausa, el atacante del Bayern Múnich Gnabry firmó su cuarto gol en duelo internacional y dejó el marcador en 3-0.
En el segundo parcial, los anfitriones rebajaron el ritmo y perdieron dominio. El plantel al mando de Stanislav Cherchesov empezó a presionar y tuvo su primera ocasión con un tiro de Aleksey Ionov que se fue junto al poste.
Jonas Hector tuvo que ser reemplazado por Nico Schulz tras una fuerte entrada de Aleksandr Yerokhin que le valió una tarjeta amarilla al centrocampista ruso. A este cambio obligado le siguieron varios más de ambos lados, lo que no contribuyó a que fluyera el juego en el tramo final y restó atractivo al choque.
La «Sbornaya» se mostró más agresiva, pero no consiguió salvar el honor con un gol, ni siquiera cuando tuvo una gran ocasión en el minuto 83 al salir Manuel Neuer salir del arco y correr detrás del balón.
«Estoy muy satisfecho. Pudimos crear muchas ocasiones en el primer tiempo. En el segundo estuvimos un poquito pasivos en los mano a mano», analizó Serge Gnabry, autor del tercer gol del encuentro.
Los pupilos de Löw se concentrarán ahora en el partido del lunes contra Holanda. Si los holandeses no vencen a Francia en el choque de mañana viernes, Alemania podría evitar el descenso con una victoria ante los holandeses el lunes en campo del Schalke en Gelsenkirchen.
Rusia, por su parte, se verá las caras el martes con Suecia en busca de la promoción al nivel más alto del nuevo torneo de naciones.
Por Arne Richter y Jens Mende (dpa)