El jefe del Servicio de Cardiología del hospital de la ciudad siria de Tartus, Ali Ismail Mohamad, que estuvo en al menos dos ocasiones trabajando en programas de formación del Hospital Central de Asturias (HUCA), está buscando la fórmula de trasladarse a España con toda su familia, con la ayuda de un viejo amigo asturiano residente en Candás, Abraham Orviz.
Mohamad busca, a través de Orviz, la convalidación de su título médico en España para encontrar un puesto de trabajo que le permita desplazarse «con todas las garantías» a él, a su mujer, y a dos de sus tres hijos, que se encuentran con él en Tartus. El otro ya ha abandonado Siria.
En declaraciones a Europa Press, a través de una precaria y entrecortada comunicación telefónica, Mohamad ha explicado su temor por la seguridad de su familia. Ha matizado que la situación en Tartus (en la costa, a 30 kilómetros de la frontera con el Líbano, y bajo el control del Gobierno de Bashar Al Assad) es relativamente tranquila desde que hace unos meses los barcos de la Armada rusa instalaran una base en el lugar. «Pero si llegan a tardar 15 días más en venir (los rusos) yo ahora no estaría vivo», ha advertido.
El reciente anuncio de retirada del contingente ruso ha incrementado su preocupación, a pesar de que, en principio, las fuerzas del Gobierno de Putin mantendrán algunas bases, entre ellas la de Tartus. No obstante, el frente de guerra se encuentra a unos 150 kilómetros y el facultativo teme que los enfrentamientos acaben llegando nuevamente a su localidad de residencia.
«La situación es muy complicada y además aquí ya no hay ningún futuro para nadie», se ha lamentado Mohamad, de 55 años de edad, recalcando que lo que principalmente le preocupa es el porvenir de sus hijos. Ha insistido en que le encantaría poder regresar a Asturias y ejercer su profesión en la comunidad.
ESTANCIA EN EL HUCA
La última vez que estuvo fue en el año 2003, participando en uno de los mencionados programas de formación del HUCA, con el doctor César Morís, actual jefe del Área de Corazón del centro, del que ha explicado que guarda un excelente recuerdo.
El propio Morís, en declaraciones a Europa Press, lo recuerda como un hombre «muy cariñoso y muy buena persona». Ha mostrado su deseo de que pueda venir a Asturias, aunque reconoce que los trámites burocráticos para que pueda ejercer su profesión en España son complicados. Tras la estancia de Mohamad en Oviedo, el jefe de Cardiología del HUCA recuerda que visitó Siria junto con otros médicos españoles en el marco de unas jornadas de medicina hispano-sirias. «Estuvimos allí con él y recorrimos todo el país», rememora.
Durante su etapa en Asturias en 2003, el cardiólogo sirio entregó una placa al entonces gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Juan Ortiz, en la que la Dirección de Sanidad del Gobierno del país asiático agradecía al Ejecutivo autonómico su ayuda en la formación de médicos hospitalarios de su país. El diario La Nueva España recogió el acto en una fotonoticia.
Mohamad, que ha mostrado también su deseo de conocer la nueva sede del hospital, en el edificio de La Cadellada, inaugurado en enero de 2014, se formó como médico en Cuba, motivo por el que habla español con fluidez.
Su amigo Abraham Orviz es natural del valle de Santa Bárbara (SMRA) y muy conocido en Candás por regentar un taller mecánico en la localidad, que ahora gestiona su hijo. Orviz ha explicado que en estos momentos resulta «realmente complicado» lograr la convalidación del título de Mohamad en España por las dificultades de conseguir la documentación requerida en Siria, «un país absolutamente devastado por la guerra». Así, ha solicitado la ayuda de las autoridades asturianas para resolver estos inconvenientes burocráticos y facilitar el traslado del médico y su familia. «Es posible que sus vidas dependan de ello», ha advertido.