Dsseldorf, 13 nov (dpa) – Un tribunal de Düsseldorf sentenció el jueves que un casero no puede conservar una parte de la fianza pagada por su inquilino por los daños que le causó al orinar de pie en su baño de mármol.
La demanda fue interpuesta por el inquilino de una vivienda en la capital renana, cuya casera se había negado a devolverle una fianza de unos 2.000 euros (algo menos de 2.000 dólares) por los daños que, a su juicio, hicieron en el suelo de mármol de sus baños las salpicaduras del inquilino.
La casera consideraba que estas manchas en el material noble se podrían haber evitado si el hombre se hubiera sentado siempre que usaba el retrete.
Según sentenciaron los jueces, quien alquila una vivenda tiene que contar con la posibilidad de que el inquilino prefiera orinar de pie.
Por contra, los inquilinos no tienen la obligación de adaptarse si el suelo del retrete es de un material que no resiste las salpicaduras, como el mármol.
Según argumentaron los jueces, «orinar de pie es una costumbre que comparten muchas personas del sexo masculino». Si un propietario pone un suelo incapaz de soportar el ácido de la orina, lo hace a su propia cuenta y riesgo, a no ser que incluya una cláusula especial en el contrato de arrendamiento.
Si no lo hace, no puede obligar a que el propietario se comporte de forma contraria a su costumbre.
El tribunal aclaró que no aspira a sentar jurisprudencia con este fallo. La sentencia, aseguró la juez, no es sobre la cuestión de si orinar sentado es o no un derecho de todos los inquilinos en Alemania.
La sentencia es firme y no cabe recurso.