La chufa es un súper alimento que en España se ha estado ignorando porque es más conocida la bebida que se hace con el mismo: la horchata de chufa. Tanto la chufa como la horchata (sin azúcar añadido) tienen unas propiedades nutricionales excepcionales.
Veganas, altas en Omega 6, sin gluten, con un alto contenido en fibra, sin nueces ni trazas de las mismas, altas en potasio y fuente de magnesio. Eso son solo algunas de la propiedades de las chufas.
Las chufas son un alimento maravilloso
Las chufas (lat: Cyerpus esculentus lativum) son tubérculos procedentes de una planta conocida como Juncia Avellanada y que están asociadas como el principal ingrediente de la horchata, una de las bebidas más populares de España y sobre todo de la región mediterránea.
En inglés las chufas se las conoce como Tigernuts y cada vez tienen más reconocimiento mundial como súper alimento por sus propiedades sobresalientes.
Las chufas datan al menos desde el año 3000 a.C. y formaban parte de la alimentación diaria de los faraones. Hoy en día las chufas se plantan principalmente en Valencia (España), por lo que tenemos acceso a este nutritivo alimento de forma rápida y barata.
Las chufas son la base de una alimentación 100% sana, saludable y ecológica.
Entre las propiedades nutricionales de las chufas destacan:
- Contienen altos niveles concentrados de fibra y proteína.
- Contienen 30% menos grasa que los frutos secos.
- Ricas en Omega-9.
- No tiene gluten ni fructosa.
- Poseen altas concentraciones de vitaminas C y E.
- Contiene aminoácidos, como la metionina, licina, arginina, entre otros.
- Poseen enzimas vitales para la digestión, como la lipasa o amilasa.
Todas estas propiedades están reunidas en este maravilloso tubérculo altamente nutritivo.
Propiedades de las chufas
- Debido a su alto nivel de fibra y proteína (tiene mucha más fibra que la avena, el salvado y la chía es un excelente alimento que favorece la digestión.
- Regulariza la digestión y actúa como prebiótico natural para combatir el estreñimiento.
- Como contiene mucha fibra suprime muy bien el apetito, por lo que es apropiado en regímenes alimenticios para el control de peso.
- Sus altos niveles de aminoácidos convierten a la chufa en fuente de energía.
- Es coadyuvante en la producción de insulina, manteniendo estable los niveles de glucosa en la sangre y como además no contiene fructosa, es un alimento recomendado para personas diabéticas.
- Las chufas no contienen gluten, entonces los celíacos pueden consumirlas libremente y preparar alimentos basadas en chufas.
- La leche de chufas es el mejor sustituto de la leche de vaca y oveja, porque es 100% vegetal y contiene todas las grasas saludables que el cuerpo necesita.
- Las chufas aportan entre el 13% y 17% de magnesio al cuerpo, siendo este mineral responsable en la fijación del calcio en los huesos. Por eso, las chufas ayudan fortalecer el sistema óseo, combate la caries, salud de los riñones y regularización de la menstruación.
- Las chufas controlan eficientemente la presión arterial, gracias al aporte de potasio. También contribuye en evitar la retención de líquidos.
- Se ha comprobado que el aceite de chufas es muy superior al aceite de oliva, ya que contiene la correcta cantidad de ácidos grasos poliinsaturados.
- Gracias a sus grandes cantidades de vitaminas C y E, las chufas son un alimento excepcional para la salud de la piel y retardar los efectos del envejecimiento.
¿Cómo consumir las chufas?
La forma más tradicional de consumir las chufas en España es a través de la deliciosa horchata. La horchata o “tigernuts milk” es una bebida vegetal que puede sustituir perfectamente a la lecha de vaca en la dieta de cualquier persona.
Para prepararla hay que colocar las chufas en remojo con agua durante un día. Después se escurren, se trituran en una licuadora con un poco de agua hasta formar una pasta y se cuela todo a través de un colador o trapo limpio.
Lo que quedó en el colador se vuelve a procesar con otro poco de agua y se repite el mismo procedimiento hasta que se haya exprimido completamente.
Pero las chufas también se pueden consumir como snack remojándolas unas horas para que se hidraten. Lo que siempre hay que tener cuidado es de lavarlas bien porque son túberculos que crecen bajo la tierra y pueden tener restos de tierra que hay que eliminar antes de su consumo.