SINC – Dos trabajos publicados por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) en las revistas Landscape and Urban Planning y Journal of Environmental Quality, explican el desarrollo de un novedoso índice que permite estimar el riesgo de sufrir alergia polínica a los visitantes de los espacios verdes urbanos.
Para calcular el valor de este índice, primero caracterizaron las especies vegetales que componen el parque, jardín, boulevard o bosque urbano, en relación a una serie de parámetros como son el tipo de polinización, la duración del periodo de floración (ya que a mayor duración en tiempo, mayor emisión polínica), que sean plantas con flores hermafroditas o unisexuales y que éstas se dispongan en individuos separados, y que tenga probada incidencia como alérgeno en la población.
Este novedoso índice permite estimar el riesgo de sufrir alergia polínica a los visitantes de los espacios verdes urbanos
La combinación de estos parámetros ofrece un valor que caracteriza a la planta como de nula, baja, moderada, alta o muy alta alergenicidad.
En un segundo paso, los autores consideraron el número de ejemplares de cada especie y la superficie que ocupan en el parque, ya que esto es lo que va a determinar que el índice de alergenicidad de zonas verdes urbanas resulte en un valor mínimo (próximo a 0) o máximo (entre 0.5 y 1).
La alergia al polen, un problema sanitario
«Cuanta mayor superficie de zona verde esté ocupada por plantas con los máximos valores de alergenicidad, mayor valor de Índice y, por tanto, mayor riesgo para las personas alérgicas que vivan en las inmediaciones o visiten los parques durante el periodo de floración de las plantas”, explica Paloma Cariñanos González, autora principal de este trabajo y profesora del departamento de Botánica de la Universidad de Granada.
Las alergias al polen son uno de los principales problemas sanitarios causados por la vegetación, y pueden afectar al 30% de la población de las ciudades
Las alergias al polen son uno de los principales problemas sanitarios causados por la vegetación, y pueden afectar al 30% de la población de las ciudades. Las plantas de las calles y los parques son los principales, aunque no los únicos, emisores de polen con capacidad alergénica.
“La respuesta patológica depende del grado de concentración del polen de una misma especie que hay en el ambiente y, aunque se conoce bastante acerca de la alergenicidad de muchas especies, es difícil cuantificar el grado de alergenicidad de una masa de vegetación o un grupo de árboles”, destaca la investigadora.
En este trabajo, los científicos de la UGR presentaron como caso-estudio el Parque “García Lorca”, uno de los más visitados de la ciudad de Granada, que por su composición, con un elevado número de especies de plantas polinizadas por insectos, presenta un valor de Índice de Alergenicidad de 0.14, y por lo tanto, de bajo potencial alergénico.
Análisis de los parques granadinos
Posteriormente, los científicos estudiaron los resultados de aplicar el índice a muchos espacios verdes significativos de la ciudad de Granada: Paseo del Salón y de la Bomba, Parque Tico Medina, Jardines de Fuentenueva, Bosque de Gomérez, Jardín de la Facultad de Teología, Parque Almunia de Aynadamar, Carmen de los Mártires, Jardines del triunfo y Parque “Carlos Cano”, cada uno de ellos con diferentes características paisajísticas, botánicas y de diseño.
Los valores del índice obtenidos oscilan desde muy bajos en el caso de los Jardines de Fuentenueva, Almunia de Aynadamar y Parque “Carlos Cano”, a elevado en el caso del Bosque de Gomérez y el Carmen de los Mártires, debido no tanto a la densidad de árboles presentes en ellos, sino a la abundancia entre los mismos de especies con niveles de alergenicidad elevados, como las especies de las Familias Cupresáceas y Oleáceas y de los géneros Platanus y Populus, que son precisamente aquellas con los porcentajes de prevalencia de alergia polínica más elevados entre la población de Granada.
“El índice puede ser también útil a la hora de efectuar medidas de corrección en determinadas zonas», explica Cariñanos
Paloma Cariñanos explica que, con este índice, se pueden identificar las zonas de la ciudad donde la calidad del aire se ve más afectada por la emisión de polen alergénico, y complementar la información que sobre los niveles de polen en la atmósfera ofrece la Unidad de Monitorizaje Aerobiológico de la Universidad de Granada (en el departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias).
“El índice puede ser también útil a la hora de efectuar medidas de corrección en determinadas zonas, dirigidas a reducir la concentración de especies de elevado valor alergénico, ya sea realizando una sustitución progresiva de las mismas, modificando el diseño del espacio para facilitar la dispersión de las emisiones polínicas o manteniendo una adecuada diversidad taxonómica, morfológica y biológica”, concluye la investigadora