Berlín, 26 abr (dpa) – El este de Turkmenistán es un rincón muy poco conocido del mundo y a la vez la cuna de una cultura misteriosa, que ya estaba conectada con numerosas regiones mucho antes de la famosa Ruta de la Seda que unía Oriente y Occidente.
El Nuevo Museo de Berlín presenta ahora, por primera vez en Europa, más de 250 tesoros arqueológicos de este país del Asia Central y complementa la exposición con imágenes de la fotógrafa alemana Herlinde Koelbl.
La muestra denominada «Margiana» puede ser visitada en la Isla de los Museos de la capital alemana hasta el 7 de octubre.
En sus fotografías, Koelbl devolvió la vida al asentamiento de Gonur, unas ruinas originarias de la Edad de Bronce, y las integró en sus impresiones del actual Turkmenistán. «Fue un gran desafío y una aventura, pero también una satisfacción y una alegría, porque este país es muy cerrado», señaló la artista en Berlín.
En opinión del director del Nuevo Museo, Matthias Wemhoff, un aspecto fascinante de las ruinas es la estructura de la ciudad, muy desarrollada para la época, ya que incluía un muro circular, espacios residenciales, un barrio de artesanos y un palacio defendido con torres en el centro del asentamiento.
En las llamadas tumbas reales fueron encontrados mosaicos, figuras con profusión de ornamentos así como objetos de oro y plata, pero muchas de las construcciones fueron saqueadas con anterioridad.
Turkmenistán, hace algunas décadas la república más pobre de la ex Unión Soviética, tiene un gran interés por presentarse en Europa, agregó Wemhoff. Por ejemplo, además de ceder objetos en préstamo, el país se hizo cargo de todos los gastos de transporte.
Herlinde Koelbl recorrió la región a comienzos de año durante dos semanas en compañía de los organizadores de la exposición.