El 59% de las empresas familiares cree que la economía española crecerá de manera moderada con una limitada creación de empleo y un 60% espera un aumento de sus ventas, mostrándose más optimistas este año.
Así se desprende de la tradicional encuesta interactiva realizada en directo a las empresas familiares asistentes al ‘XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar’ organizado por el Instituto de empresa Familiar (IEF) en Santander.
Un año más se pregunta por la situación actual de la economía española y la valoración global de estas compañías es de 5,55 sobre un máximo de 9, lo que supone que las empresas familiares siguen mejorando su visión de la economía, pues este indicador viene creciendo desde 2021, tras tocar mínimos en 4,1 puntos en 2020, con la pandemia.
En cuanto a la marcha económica de España, el 59% de las empresas familiares encuestadas afirma que será de un moderado aumento de la actividad y una limitada creación de empleo en el corto y medio plazo. Mientras, un 38% señala que se producirá un crecimiento frágil y sin empleo, y en contraposición un 3% es más optimista y estima un crecimiento rápido y una intensa creación de empleo. En este caso, la tendencia cambia, pues el año pasado un 55% señaló que esperaba un crecimiento frágil y un 43%, un crecimiento moderado, de manera que este año son más optimistas.
Respecto al propio negocio de las empresas, un 60% apunta que espera un crecimiento de sus ventas, un 31% cree que serán similares a las del año pasado y un 9% calcula una reducción. Desde 2021, la opción más elegida es la del aumento de las ventas y este año mejora respecto a 2023.
A su vez, un 48% de las empresas mantendrá los niveles de empleo actuales, un 42% los incrementará y un 10% reducirá plantilla. Si se compara con el año pasado, las empresas también son más optimistas, pues en 2023 eran más las que preveían mantener la plantilla y menos las que anticipaban aumentarla.
Preguntadas por los riesgos más relevantes para la economía, con posibilidad de respuesta múltiple, los cambios regulatorios (60%) es la opción más elegida, seguida de la dificultad para encontrar al personal adecuado (56%) y los riesgos geopolíticos (43%).
Ante la cuestión sobre si han pedido fondos europeos, la mayoría, un 55%, responde que no, mientras que un 23% afirma que sí los ha solicitado y ha sido beneficiaria, aunque con un porcentaje bajo en relación con su balance. Un 19% afirma que también los ha solicitado, pero se les han denegado y solo un 3% asegura que ha recibido una cuantía considerable.
En cuanto a los principales retos de futuro para la modernización de las empresas, las opciones más elegidas son la captación de talento (55%) y la aplicación de la digitalización y la IA (52%).
UN 29,3% TIENE MÁS DE 25 AÑOS DE VIDA
En el congreso también se presentaron los resultados de un informe sobre el perfil de la empresa familiar, después de que se hiciera uno similar en 2015, a cargo de la Red de Cátedras de Empresa Familiar del IEF junto con Sigma Dos. Los resultados surgen de una base de datos de 272.000 empresas familiares y de diverso tamaño.
El estudio revela que un 92,4% de las empresas españolas son familiares, porcentaje superior al de 2015, con una aportación en términos de empleo del 70% y un peso del 57,2% en términos de valor añadido bruto a la economía. Si bien el porcentaje de empresas familiares es elevado, cuando se desgrana, solo un 29,3% tiene más de 25 años de vida y un 1,2% lleva activa durante más de 50 años. Si se habla de empresas centenarias, el porcentaje se reduce a un 0,03%, lo que releva la dificultad de conseguir relevo generacional.
El porcentaje de supervivencia de las empresas familiares es casi cuatro puntos superior a las no familiares, con un porcentaje del 77% frente a al 73,1% en las no familiares.
En este estudio también se pregunta por los frenos al crecimiento y las barreras administrativas y la regulación es la opción más elegida (36,5%), seguida de la escasez de talento (33,7%).