La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho pública hoy la última actualización de las estadísticas sanitarias –World Health Statistics–, que recopila desde 2005 las cifras sobre los 21 objetivos de desarrollo sostenible relacionados con la salud de sus 194 Estados miembro.
El informe cuenta con una serie de indicadores de mortalidad, enfermedad y sistemas sanitarios, y su objetivo es proporcionar una fotografía de las fortalezas y amenazas para la salud de la población mundial. Entre los aspectos que más se han mejorado se encuentran la recopilación de estadísticas vitales y de las causas de muerte por países.
Así, de los 56 millones de muertes estimadas en 2015, 27 millones fueron registradas con una causa de fallecimiento. Una década antes, en 2005, solo un tercio de las defunciones tenían un motivo reconocido.
Varios países han hecho avances significativos en el fortalecimiento de estos datos, entre ellos China, Turquía e Irán, donde ahora el 90% de las muertes se registra con información detallada, en comparación con el 5% en 1999. España registra, como la mayoría de los países europeos, el 100% de sus fallecimientos.
La información sobre las defunciones tiene como objetivo la planificación de medidas para mejorar la salud y la evaluación de las políticas sanitarias. «Si los países no saben qué hace que las personas se enfermen y mueran, es mucho más difícil saber qué hacer al respecto», ha explicado Marie-Paule Kieny, subdirectora general de la OMS en Sistemas de Salud e Innovación.
Más tratamiento para VIH pero menos vacunación
La reseña incluye también nuevos datos sobre los avances hacia la cobertura universal de la salud. Por ejemplo, en el tratamiento del VIH y uso de mosquiteras para prevenir la malaria ha aumentado enormemente desde el año 2000. También se han observado mejoras constantes en el acceso a la atención prenatal y del saneamiento.
Sin embargo, los datos negativos llegan en la protección ejercida por la vacunación infantil. Las cifras entre 2010 y 2015 disminuyeron ligeramente con respecto a entre 2000 y 2010. Además, el 9,3% de la población en cada país gasta más del 10% de su presupuesto familiar en atención de salud, un gasto que en muchos casos conlleva dificultades financieras.
Otro de los objetivos marcados para 2030 es reducir la tasa de mortalidad materna global a menos de 70 por 100.000 nacidos vivos. Esto supondría un gran salto ya que en 2015 la tasa fue de 216 por 100.000 nacimientos. España tiene un porcentaje de 5 muertes en ese estrato de población.
Para las mismas fechas, la institución pretende poner fin a las epidemias de sida, tuberculosis, malaria y otras patologías tropicales, además de combatir la hepatitis y enfermedades transmitidas por el agua.
El alcohol, una droga global
El consumo de drogas es un problema sanitario de primer nivel, de ahí que fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias sea uno de los propósitos de la OMS. En 2016, el nivel mundial de consumo de alcohol fue de 6,4 litros de alcohol puro por persona de 15 años o más. España supera la media con 9,2 litros de alcohol puro por persona.
Igual de importante es reducir a la mitad las muertes y lesiones por accidentes de tráfico en el mundo, ya que cerca de 1,25 millones de personas murieron en 2013 por esta causa, un 13% más que en 2000. De hecho, las lesiones por accidentes de este tipo son la principal causa de muerte entre los individuos de 15 a 29 años.
En España se dan 3,7 fallecimientos por cada 100.000 personas, pero llaman la atención los casos de Irán (32,1), Malawi (35), Tailandia (36,2) y Venezuela (45,1).
Acabar con la pobreza y la violencia
El mundo se muere de hambre y de obesidad. Según los datos de la OMS, mientras el 22,9% de los niños menores de 5 años tienen un retraso en el crecimiento asociado a la malnutrición –que va desde el 6,1% en Europa hasta el 33,8% en el sudeste asiático–, el 6% de los menores de 5 años tienen sobrepeso –4,1% en África hasta 12,8% en Europa–.
Otra de las lacras a evitar son las diferentes formas de violencia y mortalidad relacionada. En 2015, hubo unos 468.000 asesinatos, que oscilaron entre 1,7 por 100.000 en la región del Pacífico occidental y 18,6 por cada 100.000 en América.
Por países, Japón o Luxemburgo cuentan con los índices más bajos (0,3 y 0,4 asesinatos), y Venezuela, el Salvador y Honduras los más altos (51,7; 63,2 y 85,7 respectivamente). España registra 0,8 homicidios por cada 100.000 personas.
SINC