MADRID, 24 Dic. 2019 (Europa Press) – El Gobierno de Turquía ha anunciado que un total de 110 terroristas han sido deportados desde el pasado 11 de noviembre, sumándose así a los 7.500 miembros de Estado Islámico que han sido enviados a sus países de origen en lo que va de año, según cifras que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan adelantó a principios de octubre.
La agencia de noticias estatal Anadolu ha detallado que desde el 11 de noviembre al 19 de diciembre, de esos 110 terroristas, 21 eran alemanes, 13 franceses, cinco británicos, dos belgas, dos marroquíes, dos kosovares, uno danés, uno estadounidense y uno griego, un irlandés, un australiano, así como de otras nacionalidades que no han trascendido.
Si bien el informe publicado por Turquía no ha matizado a que organizaciones terroristas pertenecen las últimas deportaciones, sí ha precisado que actualmente existen unos 1.200 miembros extranjeros Estado Islámico encerrados en prisiones turcas, 300 de los cuales fueron detenidos durante la última operación militar llevada a cabo por Ankara en el norte de Siria.
En cuanto a las esposas e hijo de terroristas, Ankara ha informado de que fueron enviados a sus países de origen junto a ellos y ha criticado que haya países que se «resistan» a la repatriación de los radicales al revocarles su ciudadanía.
El Gobierno de Erdogan ha denunciado además que desde que reconoció a Estado Islámico como organización terrorista en 2013, Turquía se ha convertido en el objetivo de numerosos ataques por parte de los radicales, los cuales han provocado la muerte de 315 personas y cientos de heridos en hasta 10 atentados suicidas y varios ataques armados distintos.
En ese sentido, Turquía ha argumentado que en respuesta a esos ataques a su seguridad nacional, las autoridades han respondido lanzando operaciones contra los terroristas que han supuesto el arresto de 5.500 miembros de Estado Islámico, así como la «neutralización» de 3.500 más.