El turismo de lujo en Mallorca aseguró este año hasta fines de la temporada de verano ingresos por 1.000 millones de euros
(dpa) – Incluso Jack Ma parece haber pasado por allí. El superyate «Zen» del fundador de Alibaba, valuado en 170 millones de euros (196 millones de dólares), estuvo atracado durante días en la costa sudoeste de Mallorca en octubre. Ma, uno de los hombres más ricos de China, había desaparecido de la faz de la tierra tras su enfrentamiento con el gobierno de su país por sus críticas al sistema financiero.
«Ir de shoppig, jugar al golf, mirar propiedades» fueron algunas de las cosas que hizo este hombre de 57 años, según escribió el portal de noticias en alemán sobre la isla «Mallorca Zeitung». Por su parte, el diario «South China Morning Post», que forma parte del grupo de medios del portal de comercio electrónico Alibaba, informó que Ma estaba en España por negocios.
Como sea: que Ma haya sido avistado en Mallorca tras su primer viaje internacional conocido después de su altercado con Pekín no sorprende. La isla, que durante mucho tiempo fue famosa por su controvertido turismo que se dedicaba a ir de fiesta y emborracharse, es cada vez más el destino elegido por millonarios y multimillonarios.
El turismo de lujo está en su mejor momento. Las cifras récord de 2019, el año anterior a la pandemia, ya fueron superadas, a pesar de que el coronavirus sigue dando vueltas, según cuenta Jesús Cuartero en entrevista con dpa.
Cuartero habla de un «desarrollo espectacular» y él lo debe saber. El jefe de Vanity Welcome, que ofrece prestaciones prémium a los turistas, es también presidente de la asociación Essentially Mallorca que, según afirma, representa a la mayoría de las empresas de lujo en la isla.
«Mallorca se ha posicionado como uno de los destinos de viaje europeos más importantes en el segmento de lujo», asegura.
La llegada de ricos tampoco se detiene en el otoño europeo. Durante los fines de semana largos, se ocupan todos los hoteles boutique así como las casas cinco estrellas de la capital de la isla, Palma de Mallorca, según informa la asociación de hoteleros Asphama. La alta demanda de viajes de lujo es continua desde hace «varias semanas», dijo el presidente de Asphama, Javier Vich, al diario «Última Hora«.
En julio, por ejemplo, hubo 2.685 despegues y llegadas de jets privados en Mallorca, un 60 por ciento más que en el mismo mes de 2019. Otras cifras son también contundentes: la ocupación de camas de los alojamientos de lujo es, según Essentially Mallorca, de un 90 por ciento en 2021 hasta ahora.
El turismo de lujo en Mallorca aseguró este año hasta fines de la temporada de verano ingresos por 1.000 millones de euros. Cada turista de lujo gasta en promedio 5.000 euros al día.
«Entre nuestra clientela hay políticos, empresarios, estrellas del cine, del deporte, pero también multimillonarios anónimos, que alquilan villas que pueden costar 50.000 euros la semana, yates por 60.000 euros, requieren el servicio de un chef, piden reservas en los mejores restaurantes, catas exclusivas en bodegas…», destacó Jordi Riba, propietario de la empresa de servicios de limusina Limo Mallorca, a «Última Hora».
Muchas personas se benefician de este boom, comenzando por los agentes inmobiliarios. «El mercado de la vivienda de lujo en Mallorca está como nunca. Los millonarios europeos que han vivido confinados están comprando como locos porque muchos se han dado cuenta de que gracias al teletrabajo pueden dirigir sus empresas desde la isla», comentó el promotor inmobiliario mallorquín Carlos Seguí al diario español «El País» en septiembre.
Cuartero afirma que los turistas de lujo se alojan «en todas partes» en la isla. Se los puede ver incluso en la zona de fiestas de la Playa de Palma, conocida como Ballermann, famosa por sus fiestas salvajes que atraen a numerosos turistas alemanes.
«Cada vez se ven más Rolex en las muñecas, pero por supuesto, los que los usan no le echan un vistazo a mi negocio», dice riendo a dpa Joan, que tiene un negocio de souvenirs en la playa.
Este desarrollo también es seguido de cerca en el extranjero. La cadena de lujo Ikos Resorts anunció hace poco inversiones por 110 millones de euros. Con esta quiere convertir el hotel Blau Porto Petro en el sureste de Mallorca en un alberge de lujo all inclusive, el segundo resort de la marca fuera de Grecia.
En Mallorca se escribe mucho sobre Jack Ma, los muchos jeques del petróleo, los millonarios de Rusia y Suiza así como los empresarios que invierten en la isla. Sin embargo, de acuerdo con Cuartero, la mayoría de los turistas de lujo llegan desde Alemania.
No hay cifras oficiales concretas para 2021. Pero quien no le crea al jefe de Essentially puede convencerse con apenas dar un paseo por Port Portals, unos diez kilómetros al suroeste de Palma. Un número sorprendente de banderas alemanas decoran barcos de todos los tamaños en el puerto de yates más glamoroso de Mallorca.
La izquierda, que gobierna en la capital como en el resto de la comunidad autónoma de Islas Baleares desde 2015, quiere prohibir hace rato el turismo low-cost y de borrachera y atraer a turistas con más poder adquisitivo. La idea es alejarse cada vez más de los turistas que andan por ahí con baldes de sangría.
El alcalde socialista de Palma, José Hila, afirma cada vez que puede que la isla no necesita turistas que solo vayan a emborracharse durante una semana. Sin embargo, hasta ahora los isleños apenas tuvieron éxito a la hora de combatir esta imagen desprolija, a pesar de reglas de comportamiento más estrictas y otras medidas.
Las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, sin embargo, tuvieron ahora un «efecto limpiador», según dicen muchos, que creen que Mallorca es el mejor lugar de Europa para el turismo de lujo. Riba cree que ahora es también el mejor momento para relanzar el modelo de turismo de la isla.
«Yo necesito turistas que me compren souvenirs y bebidas», opina Joan, quien dice que esos turistas siguen llegando, pero que en este momento no se los puede ahuyentar con precios altos y un tono agresivo. También advierte que muchos pequeños empresarios que no quebraron con sus tiendas y restaurantes en el marco de la pandemia aún están lejos de recuperarse de los cierres del año pasado.
Por Emilio Rappold (dpa)