Berlín, 6 ago (dpa) – Millones de solteros de todo el mundo utilizan la aplicación de citas Tinder para buscar una pareja. Los políticos han descubierto ahora el poder de esta plataforma y Donald Trump y compañía no dudan en valerse de ella para sus campañas electorales.
Bien arreglado y con una sonrisa algo tímida, Alexander, que con una camisa gris y una blazer parece el clásico modelo del preferido de las suegras, se puede encontrar en Tinder. En realidad no es algo especial dentro de esta plataforma en la que se presenta.
Sin embargo, Alexander no busca una pareja o una aventura sexual. Él quiere ganarse el corazón del electorado a través de la aplicación de citas. En septiembre, el estudiante de 29 años quiere acceder al parlamento regional de Berlín de la mano del Partido Socialdemócrata (SPD).
Alexander Freier tuvo la idea de usar la famosa plataforma en la campaña electoral un día que estaba sentado con unos amigos en una pizzería. Quería hacer algo nuevo. Algo con lo que poder llegar también a las personas que se pasan el día trabajando y que buscan relajarse en el sofá de casa. «Tinder es la posibilidad ideal», comenta el joven político.
No obstante, la idea no es tan nueva. En Suiza, Austria, España, Países Bajos, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos los políticos ya han intentado ganar votos a través de esta aplicación de citas. El político más famoso en Tinder actualmente es el candidato republicano a la presidencia estadounidense, Donald Trump.
El principio de la aplicación de citas es simple. Una vez subido un perfil se presentan al usuario posibles parejas que podrían encajar con su propio perfil. La persona debe decidir entonces si lo ve bien o no moviendo la imagen con el dedo a la derecha o a la izquierda. El mismo principio se aplica también para el perfil de Alexander, que en pocas semanas ya ha conseguido un centenar de aprobaciones, es decir, coincidencias, de su perfil.
Sobre si a los políticos les merece la pena utilizar este portal es algo que los expertos en campaña electoral reconocen que es difícil de decir.
«Una única acción en Tinder nunca será decisiva en las elecciones», afirma Julius van de Laar, asesor electoral y fundador de la Campaigning Academy Berlin. Sin embargo, es correcto que los políticos se presenten allí donde también hay electorado, agrega.
«Antes de recomendar a un candidato que se ocupe de su perfil de Tinder, debe ir todo lo demás realmente perfecto», indica el asesor electoral. El objetivo primario de una campaña en Tinder es generar atención mediática, explica.
Y exactamente por eso otros expertos en el sector ven esta acción del político berlinés de manera crítica. «No me puedo tomar en serio que un político cuelgue un perfil en Tinder para llegar al electorado», afirma Thomas Knüwer, asesor de estrategias digitales. «Decisivo es que los políticos utilicen las redes sociales para establecer un diálogo con el electorado», agrega.
Las empresas llevan tiempo valiéndose de esta popular aplicación. Una de las primeras en utilizarla fue la empresa de alquiler de coches Sixt. También la compañía de vuelos de bajo coste islandesa Wow Air se valió de Tinder en Alemania para atraer a los usuarios más jóvenes.
No obstante, los políticos deben pensárselo muy bien antes de colgar un perfil en Tinder, recomienda el experto Knüwer. «Si se hace mal puede ser objeto de ataques de otros políticos y los daños para una persona son la mayoría de las veces más grandes que para una empresa», apunta.
Alexander Freier se muestra optimista. «Hasta ahora las reacciones han sido sin excepción positivas», indica. Para él se trata, sobre todo, de poder ser accesible para las personas y seguirá en Tinder también después de las elecciones del 18 de septiembre para que el electorado pueda contactar con él. «Si no toda la acción no tendría sentido alguno», concluye.
Por Christina Sabrowsky