Münster (Alemania), 13 may (dpa) – Un tribunal alemán ratificó hoy la decisión del servicio de inteligencia interior de clasificar como presunta organización de extrema derecha al partido Alternativa para Alemania (AfD).
La decisión del Tribunal Administrativo Superior de Renania del Norte-Westfalia, región del oeste del país, significa que la Oficina para la Protección de la Constitución puede seguir vigilando las actividades del partido ante la sospecha de que puedan ser anticonstitucionales.
«La sentencia de hoy demuestra que somos una democracia capaz de defenderse», comentó la ministra del Interior, Nancy Faeser.
La política socialdemócrata destacó que el Estado constitucional alemán dispone de instrumentos para proteger la democracia contra las amenazas internas. «Son precisamente estos instrumentos los que se utilizan, y ahora han sido confirmados una vez más por un tribunal independiente», explicó.
Faeser argumentó que la clasificación de la AfD como presunto caso de extrema derecha había sido cuidadosamente justificada por los servicios de inteligencia, y ratificado hoy en segunda instancia judicial.
«En un Estado de derecho deciden tribunales independientes. Seguiremos separando claramente la evaluación jurídica del debate político que llevamos a cabo en los parlamentos y en los debates públicos», dijo.
La sentencia de hoy se produce después de que la formación política recurriera una sentencia anterior de un tribunal de rango inferior, de la ciudad de Colonia. Sin embargo, todavía puede ser objeto de un nuevo recurso y, por lo tanto, no es jurídicamente vinculante.
En la argumentación del fallo, el juez Gerald Buck consideró que, si bien las competencias de los servicios de inteligencia interior no son «en absoluto ilimitadas», la defensa de la democracia tampoco puede ser un «tigre sin dientes».
Añadió que, a la hora de vigilar a un partido, cuya existencia está especialmente protegida, la Oficina para la Protección de la Constitución debe poder presentar «circunstancias suficientemente fundadas» que indiquen que puede perseguir fines contrarios a la democracia.
Este criterio se cumple, agregó, al clasificar a la AfD como grupo sospechoso de extrema derecha.
Faeser opinó que la Oficina para la Protección de la Constitución tiene ahora un claro mandato legal para actuar contra el extremismo, para el que trabaja de forma independiente.