Lausana, Suiza (dpa) – El Comité Olímpico Internacional (COI) genera una gran desconfianza sobre todo en países occidentales. Consultas populares en varios países paralizaron una serie de candidaturas para albergar los Juegos. El COI se ha quedado ahora con solo dos candidatos para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno 2026.
El presidente del COI, Thomas Bach, de 65 años, conversa en entrevista con dpa sobre los retos a los que se enfrenta la organización olímpica.
dpa: ¿Viajará a Pyeonchang este invierno?
Bach: Desafortunadamente no podré asistir a la cita, pero uno de los vicepresidentes del COI me representará, tanto en el congreso sobre la paz y el deporte como en las celebraciones con motivo de cumplirse un año desde los últimos Juegos Olímpicos de Invierno.
dpa: ¿No sería interesante ver qué pasó un año después con el legado de los Juegos de Invierno que tanto han sido objeto de críticas?
Bach: Por supuesto, pero eso es otro tema. Hace apenas diez días tuve una reunión en Seúl con los líderes coreanos. Estamos insistiendo en que los últimos acuerdos necesarios sobre la reutilización de las instalaciones deportivas se celebren entre el gobierno central y los regionales.
dpa: En los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeonchang hubo una selección femenina unificada de hockey sobre hielo con atletas de ambas Coreas, lo mismo sucedió con el equipo masculino en el Campeonato Mundial de Balonmano. Sin embargo, la diferencia de rendimiento entre los deportistas de ambos países es bastante grande. ¿Hasta qué punto beneficia a los atletas ser reunidos en un solo equipo?
Bach: Este es un punto que discutiremos en febrero con representantes de los gobiernos y de los comités olímpicos nacionales de ambas Coreas en el contexto de la experiencia de Pyeonchang. Concedemos gran importancia no sólo a que las dos asociaciones nacionales respectivas lleguen a un acuerdo, sino también a la participación de los atletas en los debates. En Pyeonchang, muchas de las jugadoras de hockey sobre hielo y la entrenadora tuvieron una reacción defensiva. Esto se debió a que el equipo no fue involucrado en las decisiones con suficiente antelación.
dpa: Es difícil imaginar que los atletas tengan voz y voto bajo el régimen autoritario de Corea del Norte.
Bach: La integración es responsabilidad del comité nacional correspondiente. Sin embargo, por regla general, estos proyectos son una oportunidad para los atletas norcoreanos, porque de lo contrario no tendrían un equipo cualificado, especialmente en los deportes de equipo. La necesidad de explicaciones recae más bien en Corea del Sur.
dpa: Los Juegos de Invierno 2026 serán adjudicados en junio de 2019. Las solicitudes de Estocolmo y Milán/Cortina d’Ampezzo son poco sólidas. ¿Seguirán existiendo estos dos candidatos en junio?
Bach: Hay que ser optimistas. Son dos candidatos de dos países tradicionales de deportes de invierno que han acogido cada uno siete campeonatos mundiales de deportes de invierno en los últimos diez años y que desean utilizar en su mayoría instalaciones deportivas existentes o temporales, lo que supone una ventaja significativa en comparación con los candidatos para los Juegos de Invierno de 2018 y 2022. Eso es lo que queríamos: que las sedes de los Juegos utilicen lo que tienen para construir lo menos posible. Estoy seguro de que en 2026 tendremos un excelente anfitrión para los Juegos Olímpicos de Invierno.
dpa: ¿Existe un plan B para el caso de que los dos países retiren sus solicitudes?
Bach: Tal plan sería una contribución a una profecía autocumplida, y eso es lo último que queremos hacer. En este momento tenemos dos candidatos. Esto es normal en los tiempos que corren, basta observar el número de candidatos para otros eventos importantes.
dpa: ¿Por qué es eso?
La adjudicación de los Juegos de Invierno es un desafío. El tema del calentamiento global desempeña un papel importante. Muchos candidatos son eliminados porque han dejado de tener nieve suficiente a partir de los 2.500 metros. Por otra parte, algunos destinos de deportes de invierno tienden a reconsiderar sus inversiones debido al cambio climático, es decir, no realizan más inversiones en deportes de invierno y prefieren concentrarse en deportes de verano u otras formas de turismo.
dpa: ¿Y la otra razón?
Bach: La otra razón radica en la toma de decisiones políticas. En la situación actual, muy incierta en el mundo, es muy difícil convencer a la gente de que haga inversiones a largo plazo. Esta incertidumbre sobre el futuro político y económico va unida a una cultura de la desconfianza que se dirige contra muchos proyectos del llamado establishment, como los aeropuertos o los proyectos de carreteras y ferrocarriles.
dpa: Esta cultura de la desconfianza se alimenta de la imagen que se tiene de los Juegos Olímpicos de Sochi y Pyeonchang, y de lo que uno imagina para los próximos Juegos de Invierno de Pekín. Palabra clave: gigantismo.
Bach: En una atmósfera cargada de emociones es muy difícil transmitir diferencias y razones complejas. Rusia, gran nación de deportes de invierno que carecía de una infraestructura de deportes de invierno después de la desintegración de la Unión Soviética, quería construir un nuevo centro de deportes de invierno en Sochi. Esa fue la razón de la solicitud. Por eso no estamos hablando aquí de los costes de los Juegos Olímpicos, sino de inversiones que dan sus frutos a largo plazo y generan nuevos ingresos. Creo que al mayor país del mundo en términos de superficie no se le puede negar la posibilidad de construir su propia infraestructura para deportes de invierno.
dpa: ¿Y Pekín en 2022?
Bach: China será un ejemplo modelo de la reutilización del legado de los Juegos, porque las competencias sobre hielo tendrán lugar en instalaciones construidas ya para los Juegos Olímpicos de 2008. Además, el gobierno chino está promoviendo los deportes invernales entre la población y tiene todo el derecho del mundo a querer construir su propia infraestructura.
dpa: No sólo la adjudicación de los Juegos de Invierno parece problemática. Los Juegos de Verano de 2024 y 2028 fueron otorgados en un procedimiento sin precedentes a París y Los Angeles, sin que hubiera otros candidatos.
Bach: Tenemos un excelente anfitrión para los Juegos de 2024 y ahora también para 2028 – eso es lo que cuenta. Además, ya tenemos una serie de comités olímpicos nacionales que están promoviendo las solicitudes para los Juegos de Invierno de 2030 y los Juegos de Verano de 2032.
dpa: No hay duda de que el interés existe de parte de los comités olímpicos, las ciudades y los Estados, pero en el mundo occidental es bastante difícil hacer llegar a los ciudadanos el mensaje de los Juegos Olímpicos.
Bach: En varios países vemos que el desafío consiste, tal como ya he mencionado, en la toma de decisiones políticas y en parte también a una información desactualizada que hace que sea difícil transmitirle a la población la necesidad de invertir en grandes proyectos de infraestructura. Calgary fue un ejemplo de ello. El líder del movimiento que rechazó los Juegos de Invierno dijo: «Ya hemos tenido suficiente del establishment diciéndonos qué hacer». En su análisis, la palabra «olimpiadas» no apareció ni una sola vez.
Por Martin Beils (dpa)