Tallin, 16 ago (dpa) – El Atlético de Madrid no sólo conquistó la Supercopa de Europa este miércoles ante el Real Madrid sino que reafirmó también las ilusiones y los sueños generados en la pretemporada a su alrededor. El mayor de ellos termina en su propio estadio, sede de la final de la próxima Liga de Campeones de Europa.
El equipo rojiblanco superó por 4-2 en la prórroga a su vecino y eterno rival, al cual nunca había vencido en competiciones europeas, liberándose así de los miedos que los blancos les habían infundado tras ganarles dos finales de Champions League en 2014 y 2016.
Una vez logrado semejante objetivo, el siguiente sueño atlético apunta más hacia arriba. ¿Por qué no puede ser este el año en el que al fin logre conquistar el máximo trofeo continental de clubes?
Se le resistió hasta en tres ocasiones en las que alcanzó la final, las dos recientes ya mencionadas y la edición de 1974, cuando fue derrotado por el Bayern Múnich.
Sin embargo esta temporada la final se jugará en su feudo, el flamante Wanda Metropolitano de la capital española, y tras lo ocurrido en Estonia ya es imposible detener las esperanzas de que este puede ser su año.
El propio presidente del club, Enrique Cerezo, fue el primero en manifestarlo por la televisión nada más terminar la final. «El objetivo es mejorar lo del año pasado, que ya es difícil. Y también intentar llegar a la final de la Champions que se nos resiste tanto y que se juega en nuestro estadio», aseguró el dirigente al canal Movistar.
Algo similar insinuó el delantero Antoine Griezmann cuando le preguntaron en la radio sobre si le gustaría realizar un documental como el de su anuncio de su continuidad en el equipo, pero con la conquista del trofeo. «Podría ser. Quizás lo estamos rodando ahora mismo», dijo feliz el francés en la Cadena Ser.
Dicha ilusión generada era palpable en los felices gestos de cada jugador rojiblanco que pasó por la zona mixta nada más terminar el partido. En ese momento se sentían capaces de cualquier reto.
Al fin y al cabo, el técnico que más títulos conquistó en la historia del club, el argentino Diego Simeone con siete trofeos en su palmarés, tiene a su disposición el que la mayoría de la prensa y los aficionados reconoce como el mejor plantel desde que llegó en 2011.
No sólo logró retener a los pilares básicos como Griezmann, Diego Godín o Jan Oblak, muy deseados por los grandes equipos europeos, sino que incorporó buenos refuerzos como Thomas Lemar, Rodrigo Hernández, Gelson Martins o Nikola Kalinic con los que el «Cholo» ya no puede decir que tiene un plantel más corto ni inferior al de Real Madrid o Barcelona.
El propio técnico aludió a ello cuando explicó su triunfo sobre los madridistas.
«Detrás de este resultado hay un trabajo de todo el club. Porque crece: estadio de nuevo, futbolistas importantes, jugadores que quieren venir y jugadores que no se quieren ir. Eso habla muy bien del trabajo de cada empleado del club, equipo, fisios, médicos, utileros… Vamos todos encaminados en una misma línea», señaló Simeone en conferencia de prensa.
Sin embargo, mientras la euforia y el optimismo, así como la exigencia, crecen a su alrededor, el «Cholo» mantiene su prudente mensaje al ser consultado por el sueño de llegar al próximo 1 de junio a la cita del Wanda Metropolitano.
«Esto nos da fortaleza y hay que festejarlo, pero a partir de mañana centrarnos en lo que viene, a pensar en el Valencia y a seguir partido a partido. Ya me conocen», dijo a la prensa el argentino refiriéndose al debut liguero de su equipo del lunes ante los valencianistas.
Por Jorge Aldea (dpa)