Ansbach (Alemania), 27 jul (dpa) – Las autoridades alemanas hallaron indicios de que el atacante suicida que detonó una bomba el domingo en Ansbach, en el sur del país, fue influido directamente por una persona desconocida a través de un chat en Internet, informó hoy el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann.
«A toda vista hubo un contacto directo con alguien que influyó en este atentado», dijo Herrmann al margen de una reunión del gobierno regional.
El ministro señaló que aún no se sabe si el contacto fue con la milicia terrorista Estado Islámico y tampoco se conoce el paradero del interlocutor en la red.
La Policía hizo el hallazgo al analizar el teléfono móvil del refugiado sirio de 27 años que detonó una bomba en su mochila a las puertas de un concierto en la localidad de Ansbach. El atacante murió y 15 personas resultaron heridas, cuatro de gravedad.
Los investigadores dieron con un «intenso chat», según palabras de Herrmann. «El chat terminó al parecer inmediatamente antes del atentado».
Una testigo del atentado relató a la edición online del semanario «Der Spiegel» que el atacante telefoneó constantemente poco antes de detonar el explosivo.
El autoproclamado Estado Islámico (EI) se ha adjudicado la autoría del atentado. El semanario del grupo terrorista «Al Nabaa» publicó una información sobre el atacante, que fue identificado como Mohammed Daleel. La revista afirma que el ataque fue planeado meticulosamente y que Daleel había estado en contacto permanente con un «soldado» del EI.
El atacante sirio provenía de la ciudad de Alepo y había perdido a su mujer y a su hijo de seis meses en la guerra. Sufría de depresión y había tratado de suicidarse en dos ocasiones ya estando en Alemania.
Un psicólogo alemán que atendió a Daleel advirtió en un informe previo al atentado que el hombre era «capaz de llevar a cabo un suicidio de forma efectista», según confirmó un portavoz de la Oficina Federal de Migración y Refugiados de Alemania.
«Tras la muerte de su esposa y de su hijo de seis meses no tiene nada que perder», reza el peritaje confeccionado por el psicólogo en febrero de 2015.
La solicitud de asilo de Daleel fue rechazada en diciembre de 2014 y en dos semanas, el refugiado debía ser expulsado a Bulgaria, el primer país en el que fue registrado a su llegada a Europa.
El ataque de Ansbach fue el cuarto episodio de violencia que sacudió a Alemania en una semana. El grupo extremista EI reclamó la autoría de dos de ellos, incluido el ataque con cuchillo y hacha en un tren en Wurzburgo, cometido por un refugiado afgano de 17 años.
Tres de los hechos fueron perpetrados por solicitantes de asilo, lo que ha reavivado el debate sobre cómo lidiar con migrantes criminales y alimentado las críticas contra la política de puertas abiertas de la canciller Angela Merkel que llevó a Alemania a recibir el año pasado a 1,2 millones de migrantes del Cercano Oriente, el Medio Oriente y África.
Merkel interrumpirá sus vacaciones de verano para ofrecer mañana su conferencia de prensa anual en la que se espera que se pronuncie sobre los ataques que han sacudido el país.