(dpa) – Quien transpira mucho y al mismo tiempo bebe demasiado poco líquido puede propiciar la formación de cálculos renales, por lo que la Sociedad Alemana de Urología (DGU) advierte que, cuando comienza a hacer calor, aumentan los casos.
Por esa razón, debido a este incremento estacional, la DGU se refiere a la «enfermedad veraniega de los cálculos renales».
Los factores generales de riesgo son sobrepeso, una vida sedentaria y una alimentación poco saludable. A esto también se suma la diabetes.
Según indicaciones de la Sociedad de Urología germana, aproximadamente uno de cada diez alemanes tendrá piedras una vez en su vida. Los hombres se ven más afectados que las mujeres, aunque esta diferencia está disminuyendo.
TERAPIAS DE TRATAMIENTO MÍNIMAMENTE INVASIVO
Dependiendo del lugar donde estén ubicadas las piedras, se habla de cálculos renales, uretrales o de vesícula. Muchas veces permanecen sin ser descubiertos.
En caso que las piedras sean de gran tamaño o estén fijas en el uréter, pueden provocar grandes dolores, malestar y sangre en la orina.
La DGU puntualiza que, por lo general, cálculos renales o uretrales grandes son tratados con procedimientos mínimamente invasivos, por ejemplo con ondas sonoras desde afuera que destruyen las piedras o con endoscopía.
Asimismo señala que las piedras más pequeñas pueden ser eliminadas por los pacientes a través de medicación y una ingesta suficiente de líquido.
PREVENCIÓN: HACER DEPORTE Y BEBER
Para que los cálculos directamente no se produzcan, la DGU recomienda entre otros la práctica de deporte y la «normalización del peso corporal».
Al mismo tiempo sugiere una dieta baja en sales, poca carne y pocos embutidos, así como también con menos alimentos que contengan oxalato, como espinacas, ruibarbo y nueces.
Y lo que no debe olvidarse: beber lo suficiente. Según indica la DGU, deberían ser entre 2,5 y 3 litros, repartidos de manera equilibrada durante el día.