Oswiecim (Polonia)/Berlín, 27 ene (dpa) – El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y su esposa, Elke Büdenbender, llegaron hoy a Polonia donde participarán en los actos recordatorios del 75 aniversario de la liberación del antiguo campo de concentración y de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.
Hace 75 años, unidades del Ejército Rojo soviético llegaron hasta el campo y liberaron a más de 7.000 prisioneros. Muchos de ellos murieron poco después como consecuencia del hambre, las enfermedades y el agotamiento que padecieron.
Por la mañana, Steinmeier se reunió en el Palacio de Bellevue en Berlín con tres supervivientes del Holocausto, quienes a continuación volaron con él a Polonia.
Antes del acto oficial, el presidente alemán y su esposa recorrieron el campo de prisioneros de Auschwitz I. Se trata de la primera visita de ambos a este lugar.
El nombre de Auschwitz quedó en la consciencia mundial como sinónimo del Holocausto. Solo allí los nacionalsocialistas asesinaron a más de un millón de personas, en su mayoría judíos.
En toda Europa asesinaron durante la shoah a unos seis millones de judíos.
El jueves pasado, Steinmeier participó en el foro internacional sobre el Holocausto en Yad Vashem, en Israel. En su discurso, el mandatario reconoció la culpa alemana en el Holocausto.
Admitió además que vuelve a haber en Alemania agresiones contra judíos y un «antisemitismo crudo». El presidente alemán subrayó que no debe dejar de recordarse nunca el Holocausto.
En Berlín, en tanto, comenzaron hoy los actos para conmemorar la liberación de los prisioneros de Auschwitz. Además de la reunión de Steinmeier con supervivientes, en otros lugares de la capital alemana ciudadanos y políticos recordaron a las víctimas de los nazis.
La secretaria de Estado de Cultura de Alemania, Monika Grütters, subrayó el valor que tiene la memoria. «Los lugares auténticos mantienen vivo el recuerdo de lo inconcebible», dijo.
Los actos en Berlín culminarán por la noche con un concierto en la Ópera Estatal Unter den Linden, al que se espera que asistan la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.