Berlín, 29 jun (dpa) – El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, considera que las declaraciones de políticos de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sobre el pasado nazi están dañando seriamente la reputación del país en el exterior.
«Tengo la impresión de que todos los que hablan así no saben hasta qué punto están destruyendo la reputación que Alemania ha conseguido granjearse en décadas ante sus vecinos», dijo Steinmeier al diario «Frankfurter Allgemeine Zeitung».
«Personalmente me avergüenzo de este tipo de declaraciones. Me dan vergüenza las expresiones utilizadas recientemente por políticos alemanes para relativizar la era nazi», dijo el jefe de Estado germano.
Miembros de la xenófoba AfD, que entró por primera vez en el Parlamento alemán tras las elecciones generales de septiembre, llenan regularmente los titulares con comentarios sobre el nazismo y el genocidio judío.
El cofundador de la AfD y líder de la bancada parlamentaria, el veterano Alexander Gauland, sostuvo este mes en un discurso ante la juventud del partido que Adolf Hitler y sus nacionalsocialistas eran «solo una caca de pájaro en los más de 1.000 años de exitosa historia alemana».
«Sí, asumimos la responsabilidad por los 12 años (de nazismo)», indicó, pero dejó claro que eso es solo una parte de la historia de Alemania. «Tenemos una gloriosa historia y esta, queridos amigos, duró más que esos malditos 12 años», agregó.
Más tarde respondió a las críticas afirmando que la elección de sus palabras había sido equívoca e insistió que no había querido relativizar el régimen fascista.
A principios de 2017, el presidente de la sección de Turingia de la AfD Björn Höcke desató la indignación al pedir un giro de 180 grados en la cultura de la memoria del nazismo.
Pese a la creciente popularidad de la AfD, Steinmeier se mostró confiado en que la «gran mayoría de los alemanes no respalde este intento de borrar al nazismo» de la historia alemana o de minimizarlo.
La AfD, que capitalizó el descontento de muchos alemanes ante la llegada a Alemania de más de dos millones de refugiados y migrantes desde 2015, celebrará este fin de semana un congreso en la ciudad sureña de Augsburgo con la mira puesta en las elecciones regionales de Baviera de octubre próximo.
La formación surgida en 2013 del rechazo a los rescates financieros en la eurozona está creciendo en la intención de voto, beneficiada por el conflicto desatado entre los conservadores de la canciller Angela Merkel por el polémico plan de la rama bávara de frenar en la frontera a los refugiados ya registrados en otros países. La disputa amenaza con hacer volar por los aires el Gobierno de Merkel.
Según el sondeo Barómetro Político del canal ZDF, si el domingo hubiera elecciones generales en Alemania, los ultraderechistas recabarían un 14 por ciento de los votos frente al 12,6 que obtuvieron en septiembre y que les permitió erigirse en la tercera fuerza en el Parlamento nacional.
También en Baviera, donde la Unión Cristiano Social (CSU) corre el peligro de perder su mayoría absoluta en los comicios de octubre, los ultraderechistas avanzaron al 14 por ciento de las preferencias de voto hasta ocupar el segundo lugar, por delante de los socialdemócratas, según una encuesta del instituto Insa que publica hoy el diario «Bild».
El congreso en el que la AfD espera cerrar filas de cara a los comicios estará jalonado por protestas de organizaciones sociales y movimientos de izquierda convocadas a partir de esta tarde.