Berlín, 28 feb (dpa) – Andrea Nahles, la política que ha sido designada como futura líder del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), admitió este martes carecer de un plan alternativo que poner en marcha en caso de que fracase la reedición del Gobierno de gran coalición pactada días atrás con los conservadores de Angela Merkel.
«No tengo un plan b», señaló la jefa parlamentaria del SPD que aspira a ser elegida presidenta del partido en un congreso extraordinario el 22 de abril.
«Personalmente, no quiero especular sobre la posibilidad de que salga un ‘no'», agregó el martes en Berlín.
Más de 463.000 militantes han sido llamados en una consulta vinculante a votar por correo sobre el acuerdo sellado por socialdemócratas y conservadores y que, de salir adelante, pondría fin a la mayor crisis de Gobierno que jamás ha enfrentado Alemania.
Hasta el 2 de marzo, los militantes pueden enviar su papeleta. Dos días más tarde, el domingo 4, el Partido Socialdemócrata dará a conocer el resultado del recuento.
En la potencia europea, aún reina la incertidumbre sobre si la cúpula del SPD obtendrá el respaldo para aliarse de nuevo como socio menor bajo la batuta de Merkel, una opción que los socialdemócratas habían descartado la misma noche de los comicios generales del 24 de septiembre al obtener su peor resultado histórico, un 20,5 por ciento de los votos.
En caso de ganar el «sí», Merkel podría ser investida en la primera quincena de marzo como jefa de Gobierno alemana por cuarto mandato consecutivo.
Pero de triunfar el «no», Alemania enfrentaría una situación inédita en la que las opciones restantes son un Gobierno en minoría de las Uniones Cristiano Demócrata (CDU) y Cristiano Social (CSU) de Merkel, una variante que rechaza la mandataria, o la convocatoria de nuevas elecciones, tras más de cuatro meses con un Gobierno en funciones.
Nahles, de 45 años, llamó en los últimos días a los militantes a votar a favor del acuerdo de coalición en el que Merkel efectuó importantes concesiones al SPD, dándole las carteras ministeriales de más peso, entre ellas, la de Finanzas y de Relaciones Exteriores.
La política socialdemócrata defiende que su partido, que atraviesa una profunda crisis de identidad, puede renovarse también desde el Gobierno.
Sus críticos más acérrimos, entre ellos las Juventudes Socialdemócratas (Jusos) con su presidente Kevin Kühnert a la cabeza, recalcan que esto solo será posible desde la oposición, motivo que les ha llevado a poner en marcha una fuerte campaña por el «no» que amenaza con hacer temblar los cimientos de un país tradicionalmente acostumbrado a la estabilidad política.