(dpa) – A principios de los 90, una competición mantuvo en vilo al mundo de los videojuegos: Mario contra Sonic. Mientras que el fontanero de Nintendo se imponía con ingeniosos saltos, la multinacional japonesa Sega apostaba por la velocidad supersónica de su emblemático personaje Sonic el erizo. Sin embargo, con el tiempo, la estrella de Sonic comenzó a perder popularidad.
Por más rápido que el erizo azul recorriera los niveles, los diferentes títulos, la variedad de plataformas y la apuesta de Sega por las tres dimensiones no pudieron ganarse a los aficionados.
Tras un «remake» de las viejas aventuras y dos exitosas adaptaciones cinematográficas, el héroe supersónico demuestra en «Sonic Frontiers» que no ha perdido nada de su vertiginosa velocidad.
El erizo más famoso del mundo de los videojuegos siempre se ha sentido más a gusto cuando podía pisar a fondo el acelerador. En «Sonic Frontiers», asalta las colinas a un ritmo demencial, se enfrenta a monstruos gigantescos y recoge diligentemente anillos dorados.
Lo que parece solo una nueva reproducción de viejos principios de juego, es en realidad una aventura divertida y de acción trepidante que tiene lugar, por primera vez, en un gran mundo abierto y mantiene en vilo a los aficionados con vertiginosos sprints.
La historia de «Sonic Frontiers» es igual de desbocada. Sonic tiene que enfrentarse de nuevo a su archienemigo, el Dr. Eggman. Este ha vuelto a meter la pata y ha activado un artefacto misterioso, lo que requiere la intervención inmediata de Sonic y sus amigos: Tails, el zorro de dos colas y la erizo Amy. Sonic se lanza a la caza del Dr. Eggman en varias islas, lucha contra titanes gigantes y busca en el ciberespacio una forma de detener el desastre.
La aventura en torno a las Esmeraldas del Caos, los portales misteriosos y el ciberespacio ha sido empaquetada por el estudio de desarrollo Sonic Team en una aventura de mundo abierto en 3D. Los jugadores guían el torbellino azul a través de verdes valles y secos desiertos desde la perspectiva desde el hombro. Sonic es tan ágil como siempre: con solo pulsar un botón, entra en turbo y puede dar un doble salto para llegar a lugares más lejanos.
Las principales novedades son sus habilidades de combate, que utiliza para batirse en duelo con monstruos grandes y pequeños. Al igual que en los juegos de rol de acción, Sonic puede complementar y mejorar sus habilidades. Con cada batalla exitosa, recoge fragmentos que puede invertir en nuevas habilidades. Con ellos, Sonic puede realizar ataques en zigzag, repartir golpes desde el aire y combinar diferentes técnicas de lucha en los llamados combos. Las semillas esparcidas por el mundo aumentan los poderes de ataque y defensa.
Por supuesto, Sonic también puede optimizar sus fuerzas vitales recogiendo numerosos anillos. Si se estrella o es derrotado en combate, pierde algunos anillos. Si se queda con las manos vacías, debe regresar para continuar desde el último punto guardado.
Además de la acción, la pasión del pequeño erizo por el coleccionismo está en primer plano, lo que puede resultar un poco confuso. Para completar un mundo, Sonic debe encontrar Esmeraldas del Caos para transformarse en Super Sonic. Solo entonces podrá derrotar a los poderosos titanes.
Sin embargo, Sonic solo puede encontrar las esmeraldas si previamente ha recogido llaves que solo existen en el ciberespacio. A este se entra con la ayuda de engranajes. El problema es que es difícil saber exactamente qué tecla o qué rueda dentada sirve para qué portal. Esta dificultad complica innecesariamente lo que en sí es un juego desenfadado.
En esencia, «Sonic Frontiers» es un entretenido espectáculo de acción. En lugar de ir superando misiones como en otros juegos de mundo abierto, el estudio de desarrollo ha atiborrado la aventura de minijuegos. Sonic puede escalar torres bajo presión de tiempo, correr por una pista o reunir pequeñas criaturas nativas llamadas Kocos como si fueran un rebaño de ovejas.
Lo más destacado del juego son las batallas contra monstruos gigantes que custodian los portales y mundos. Sonic tiene que correr sobre la cola de un dragón ciberespacial o esquivar las patadas de una torre en marcha para luego correr sobre su brazo hasta llegar a la cabeza de la misma.
Dado el ritmo trepidante y las variadas tareas, rara vez se nota que «Sonic Frontiers» se queda atrás técnicamente con respecto a la competencia. En el caso de las versiones para la pasada generación de consolas, esto es comprensible, pero la verdad es que incluso en PS5 o la Xbox Series, los mundos y monstruos se ven muy poco detallados y descoloridos.
Por otro lado, el ritmo es el adecuado: el pequeño erizo nunca ha sido tan rápido como en «Sonic Frontiers». El juego gana puntos con sus aventuras en el ciberespacio. Los niveles siguen el modelo de las antiguas aventuras de Sonic.
A pesar de los puntos restados en el aspecto técnico, la última aventura de Sonic reaparece con éxito. Carreras trepidantes en el ciberespacio, alocados pasajes de escalada y emocionantes combates hacen palidecer a muchas malas adaptaciones de los últimos años.
«Sonic Frontiers» es la aventura de acción que los fans estaban esperando. No obstante, una pequeña advertencia al final: quienes sientan una ligera sensación de vértigo, no tienen por qué avergonzarse. En términos de velocidad, «Sonic Frontiers» no tiene rivales en el cielo de los videojuegos.
Por Andreas Müller (dpa)