Encontré por casualidad el libro Adictos 2.0 de John Grock. En realidad ha venido a analizar una realidad que hacía tiempo me preocupaba: nuestra sociedad se ha vuelto adicta a los móviles y a Internet, y esta dependencia está modificando la manera de relacionarnos.
Precisamente mientras buscaba en Amazon un entretenimiento para estas vacaciones, me encontré con este libro. En mi opinión, Adictos 2.0 se trata de un libro de lectura recomendable por diversos motivos, pero fundamentalmente porque se trata de una realidad sociológica contemporánea que nos afecta a todos. El libro realiza una recopilación de diversos temas relacionados con la dependencia que hemos desarrollado hacia todo tipo de dispositivos tecnológicos, que aunque llegaron con la promesa de liberarnos del yugo del tiempo, han acabado por esclavizarnos aún más.
En su mayor parte, el libro adopta un tono imparcial e intenta encontrar una base científica en sus argumentos, pese a que se trata de un área de conocimiento con todavía poca base empírica. En definitiva, el objetivo del libro parece ser hacernos conscientes de que nuestra vida real es más importante que las redes sociales, y que deberíamos aprender a equilibrar mejor el tiempo que dedicamos a las pantallas y a nuestros seres queridos.
Sería deseable un mayor grado de profundidad en algunas cuestiones, Grock ha preferido mantenerse en el terreno estable del conocimiento científico y evidencias actuales, evitando caer en el terreno más voluble de la opinión y el pronóstico. No se puede considerar en este sentido como un ejercicio intelectual profundo, sino como un planteamiento muy detallado de un problema colectivo del que somos parte, y sobre el cual cada uno debemos plantearnos a nivel individual hasta qué punto somos adictos, y en qué medida deseamos dar un paso atrás en el papel de la tecnología en nuestras vidas.
El libro está estructurado en apartados independientes, facilitando al lector que pueda dedicar un mayor detalle a aquellos contenidos que pueden resultarle de mayor interés. Propone además herramientas prácticas tanto para autodiagnosticar la dependencia al móvil del lector, como para apoyar su “desintoxicación digital”.