Kiel (Alemania), 25 dic (dpa) – El Partido Socialdemócrata (SPD), socio de la canciller Angela Merkel en el Gobierno de coalición, pidió evitar mezclar el debate sobre la política de refugiados con el de la seguridad.
«La amenaza terrorista no es una subsección de la política de refugiados», declaró a dpa el vicepresidente del SPD, Ralf Stegner. «Ya tuvimos también secciones alemanas de terrorismo con la (organización terrorista revolucionaria de izquierda radical) RAF (Fracción del Ejército Rojo) y con la (organización terrorista clandestina de extrema derecha) NSU», recordó.
Quien una el tema de los refugiados con el de la seguridad interna sirve a la derecha, indicó. El presunto atacante de Berlín llegó a Alemania antes de que lo hicieran muchos refugiados, agregó sobre el tunecino Anis Amri, que llegó en julio de 2015 a Alemania y que fue presuntamente la persona que embistió con un camión un popular mercado de Navidad el lunes en el centro de Berlín oeste.
«La solución no es endurecer las leyes sino contar con los suficientes agentes de policía», declaró Stegner. «La Unión -formada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y la Unión Cristianosocial (CSU)- reclama un endurecimiento de las leyes y la actuación del Ejército en el interior del país. Frente a este gran sinsentido el SPD es partidario de contar con más policías tanto en la Policía Federal como en los estados federados», agregó.
Contar con más agentes de policía es también necesario para poder vigilar mejor a los cerca de 500 potenciales terroristas, señaló. El 99,9 por ciento de los refugiados tienen tan poco que ver con el terrorismo como el 99,9 por ciento de los nacionales, dijo.
En su opinión, los considerados por las autoridades como potenciales terroristas y cuyas solicitudes de asilo hayan sido rechazadas deberían ser detenidos hasta que se llevara a cabo su expulsión. Sin embargo, señaló que sobre cada caso particular no deciden los políticos, sino los jueces.
Propuestas como crear zonas de tránsito en las fronteras o ampliar la lista de países de origen considerados seguros no solucionan el problema, dijo Stegner sobre las reclamaciones de los conservadores alemanes, que volvieron a reavivarse tras el atentado terrorista de Berlín en el que perdieron la vida 12 personas y 53 resultaron heridas.
«La exigencia del líder de la CSU (Horst Seehofer) poco después del atentado de Berlín de volver a analizar toda la política de seguridad y de refugiados, antes de tener los resultados de las investigaciones, fue muy irrespetuosa de cara a las víctimas y sus familiares», declaró.
«Esta instrumentalización de las víctimas de terrorismo es por desgracia lo que hacen los populistas de derecha», apuntó con la mirada puesta en el partido Alternativa para Alemania (AfD). En una democracia libre no hay una seguridad absoluta, con ninguna ley del mundo, agregó.
Tras la muerte del tunecino Anis Amri, que fue abatido por la Policía el viernes en Milán, Alemania reabrió un viejo debate sobre la necesidad de endurecer las medidas de seguridad en el país y agilizar las expulsiones de los refugiados cuyas peticiones hayan sido denegadas, cuando faltan nueve meses para las elecciones generales en el país.